En agosto del 2020, un caso de violencia institucional impulsó movilizaciones masivas en toda Córdoba en plena pandemia: Blas Correa, un joven de 18 años, fue asesinado por un disparo efectuado por un policía provincial mientras transitaba en un vehículo con sus amigos. El crimen tuvo este viernes su fallo judicial, que determinó dos cadenas perpetuas y otras nueve penas de entre 2 y 5 años a efectivos y altos mandos cordobeses por el asesinato y su posterior encubrimiento.

Blas Correa iba en el auto con otros cuatro jóvenes en la zona céntrica de la ciudad de Córdoba, cuando un control policial preventivo les indico que desciendan la velocidad. Al observar una persona apuntándolos con un arma, el conductor del vehículo continuó la marcha, lo que determinó que el cabo primero Lucas Gómez y el cabo primero Javier Alarcón efectuaran seis tiros en total con sus respectivas armas reglamentarias. Uno de los disparos de Gómez impactó en la escápula de Correa y le produjo la muerte.

Posteriormente, la agente Wanda Esquivel junto con Alarcón plantaron un arma en las cercanías del lugar, para simular un tiroteo. En la escena también se encontraba la oficial Florencia Martínez, quien participó del plan para alterar la escena del crimen y no denunció el accionar de sus compañeros.

En el encubrimiento también participaron el subcomisario Enzo Quiroga, el subcomisario Sergio González, el comisario inspector Jorge Galleguillo y el comisario inspector Walter Soria, quienes supieron de cada movimiento de los involucrados e incluso vieron la escena del crimen pero no realizaron denuncias.

El Comisario inspector Juan Antonio Gatica también fue encontrado culpable por encubrimiento posterior, ya que conoció el crimen y no avanzó con las respectivas denuncias. Por su parte, se descubrió que tanto el cabo Leandro Quevedo como el oficial ayudante Ezequiel Vélez mintieron en sus declaraciones para favorecer a sus compañeros y respaldar su coartada.

Sin embargo, se absolvieron al cabo Leonardo Martínez y al agente Rodrigo Toloza, que habían declarado falsamente que desde un auto -de las características en el que iba la víctima- se había descartado un arma.

Cabo primero Lucas Gómez: Prisión perpetua. Homicidio calificado en abuso de su función y tentativa de homicidio a los otro cuatro pasajeros del vehículo.

Cabo primero Javier Catriel Alarcón: Prisión perpetua. Homicidio calificado en abuso de su función y tentativa de homicidio a los otro cuatro pasajeros del vehículo.

Agente Wanda Micaela Esquivel: Tres años y diez meses de prisión. Incumplimiento de promover la persecución penal y encubrimiento agravado.

Oficial Florencia Yamila Martínez: Cuatro años y tres meses de prisión. Incumplimiento de promover la persecución penal y encubrimiento agravado.

Subcomisario Sergio Alejandro González: Cuatro años y diez meses de prisión. Incumplimiento de promover la persecución de delincuentes.

Comisario inspector Walter Eduardo Soria: Cuatro años y nueve meses de prisión. Incumplimiento de promover la persecución de delincuentes y por mayoría por encubrimiento.

Comisario inspector Jorge Ariel Galleguillo: Cuatro años y ocho meses de prisión. Incumplimiento de promover la persecución de delincuentes y por mayoría por encubrimiento.

Subcomisario Enzo Gustavo Quiroga: Cuatro años y ocho meses de prisión. Incumplimiento de promover la persecución de delincuentes y por mayoría por encubrimiento agravado por su función.

Oficial ayudante Ezequiel Agustín Vélez: Dos años y medio de prisión condicional. Unanimidad por falso testimonio.

Cabo Leandro Alexis Quevedo: Cuatro años de condena. Encubrimiento, por mayoría, y por falso testimonio por unanimidad.

Comisario inspector Juan Antonio Gatica: le impusieron cuatro años de condena. Encubrimiento.