La importancia de Sergio Massa

 La importancia de Sergio Massa

La garantía de universalidad del capitalismo global está a salvo con el gerenciamiento de Massa, y se acepta en silencio como el único camino posible hoy día. El otrora armónico movimiento nacional y popular, se moviliza tan solo con el fin de mantener bajo control los antagonismos que proceden de la dinámica financiera en la que estamos inmersos desde que llegó Mauricio Macri a la presidencia argentina.

Es muy importante que Sergio Massa continúe en el cargo y que el FMI siga manteniendo el acuerdo con todos los waivers que sean necesarios en las próximas revisiones-como los que les dio a Cambiemos-. También es importante que no haya alguna operación política alarmante, antes de la contienda electoral que dispare una mayor huida del peso y complique a Fernández, con una crisis cambiaria y de financiamiento en el mercado de deuda local.

La inflación pasó de 6.6% mensual en febrero a 7.7% en marzo, 8.4% en abril y bajó a 7.8% en mayo, con tendencia descendiente durante las dos primeras semanas de junio. El primer trimestre mostro un nivel de actividad mayor al anticipado por las consultoras del establishment. Esto no garantiza una tendencia sostenida, más bien una desaceleración con el campo encabezando el descenso, con caída del salario real e incertidumbre por la cercanía de las elecciones.

MASSA EL FMI Y CHINA

Mediante la gestión de Massa, China autorizó ampliar el uso del swap en u$s 5.000 millones más,que pueden ser utilizados para intervenir en el mercado cambiario. En el contexto actual es importante el anticipo de desembolsos del FMI, aunque las negociaciones se encuentran trabadas porque no hay acuerdo sobre la magnitud del anticipo de fondos; ni sobre el uso que se les dará a dichos fondos. Se avanzó en el acuerdo sobre la paridad, donde el FMI pretendía una devaluación de 60%, pero acordaría 30% en 3 tramos.

Pero básicamente la entidad no quiere hacer lo que hizo en 2018-2019 desembolsando cifras siderales y en forma anticipada a lo acordado originalmente. Recuerde que el FMI le dio dólares a Macri para que los fondos de inversión y bancos estadounidenses que querían huir, huyeran. Ahora pretende limitar los desembolsos, atándolos a nuevas condicionalidades. Si bien los desembolsos se van a realizar, no puede descartarse la necesidad de implementar otro tipo de cambio desigual ya que junio y julio son meses de alta demanda de divisas, sobre todo si el anticipo de fondos es más ajustado que el necesario.

Con bajísimas reservas netas en el BCRA y una implacable escasez de dólares, se hace imprescindible el repetido ejercicio de limitación que el Gobierno va aplicando al acceso del mercado único a importadores, provincias y empresas.

En algunos casos la diferencia de los distintos tipos de cambio y la falta de controles adecuados hizo que se generaran pingües negocios financieros. Luego el BCRA dispuso un plazo de 90 días para el pago de fletes marítimos al exterior y restringió a las provincias el acceso al mercado oficial por hasta el 40% del monto a pagar en dólares, con lo cual exigió refinanciar o a cancelar con dólares propios el 60% restante de sus obligaciones.

Se endurecen cada vez más los controles que comenzaron con el cepo que estableció la dupla Mauricio Macri-Hernán Lacunza. También, para los nuevos croquis pactados para la importación de empresas automotrices y compañías petroleras, y la regulación de la Comisión Nacional de Valores que limitó la dolarización de portafolios al frenar la especulación con bonos que forjaba la mediación del BCRA para sellar la fisura.

El Gobierno incrementó el plazo de pago de las SIRA para la importación de automóviles para las terminales de 120 días a 195 días, y en el caso de las autopartes importadas, el plazo de pago de las SIRA se extendió de 45 días hasta 75 días. Se les pidió a las petroleras que financien sus importaciones de combustibles durante 90 días sin recurrir al mercado oficial. Para frenar los arbitrajes que se generaban en el mercado de bonos por la intervención del BCRA para contener la brecha cambiaria y que aumentaban sustancialmente el costo de sus intervenciones, la CNV estableció que quienes compren dólares MEP o Contado con liquidación, no podrán operar con otros activos dolarizados durante 15 días.

Asimismo, el Banco Central sigue mediando en los dólares MEP o bolsa y contado con liquidación con bonos, desatendiendo las sugerencias del FMI. De hecho, desde fin de abril ya utilizó unos u$s1.000 millones de reservas para comprar títulos y, también vendió títulos en pesos por alrededor de u$s 5.000 millones nominales.

Se esperan menores liquidaciones de aquí en adelante por razones estacionales y por el vencimiento del dólar diferencial. A ello hay que sumarle la mayor demanda-también estacional, que va a dificultar la acumulación de reservas con lo cual la presión cambiaria será mayor.

El BCRA cerró mayo con una posición vendida en futuros por u$s 2.900 millones, u$s 2.700 millones más que en marzo, alcanzando así el nivel más alto de los últimos siete meses. Es probable que esta tendencia alcista se prolongue, complicando la herencia de la nueva gestión.

Durante 2023, el Gobierno pagó vencimientos por casi $ 4 billones y logró colocar más de $ 5.2 billones. De este modo, hasta fin de mayo 2023, logró un financiamiento neto de casi $ 1.3 billones en el mercado doméstico de deuda, así pudo financiar la diferencia de déficit fiscal primario. Además, se consiguió la renovación de la deuda en dólares mediante títulos indexados.

La deuda indexada por inflación o al tipo de cambio, ya encarna el 90% del stock total de bonos en pesos. Hasta fin de año el Tesoro afronta desde junio: $ 13.4 billones en vencimientos de deuda en pesos, aunque solo 4 billones son vencimientos de deuda en manos privadas. Lo cierto es que el Gobierno ha logrado afrontar exitosamente los vencimientos.

El próximo gobierno afrontará cumplimientos por $ 11 billones en el primer bimestre 2024, con vencimientos totales (2024) de $ 37.4 billones, más de 5 puntos de PBI. El trueque del pasado jueves despejó vencimientos entre junio y septiembre por $ 12.6 billones. El BCRA le giró Adelantos Transitorios al Tesoro en mayo por $440 mil millones (totalizando $670 mil millones en el año), pero el Tesoro le llevó pesos por $172 mil millones al BCRA para comprar dólares y los $292 mil millones restantes los depositó en su cuenta en el Central.

De la deuda que se emitió en mayo, el 98% fueron instrumentos indexados. El 80% del total colocado fueron bonos indexados a la inflación y el 18% al dólar. Una parte sustancial del financiamiento-más del 50%-provino de los bancos que compraron el bonos-encaje.

En síntesis, Sergio Massa es un dirigente político, que entiende cómo funciona un gobierno de Frente con distintas versiones peronistas, lo concibe como una sociedad anónima con diferentes accionistas, donde oficia de gerente general. Así funcionan hoy las elites políticas, no solo en Argentina sino también a nivel mundial. Con un peronismo que se fue escindiendo y alejando de un PJ estancado y aislado, Massa hoy funciona como un dispositivo imprescindible del día a día, entre lo político y lo corporativo. Inclusive así piensa el personalmente, si no es negocio (candidato único), no será candidato.

El candidato a presidente de Unidos por la Patria tendrá que ser disruptivo y aceptar la amenaza de ruptura permanente como destino. No se tratará de evitar riesgos y tomar decisiones acertadas como en el año de las elecciones. Si siguiéramos así en 2024 estaríamos condenados, por muy prudentes que fuésemos. La solución no consiste en ser juicioso y evitar riesgos, actuando así, se participaría de la lógica que inevitablemente conduce a la catástrofe.

Director de Fundación Esperanza. https://fundacionesperanza.com.ar/ Profesor de Posgrado UBA y Maestrías en universidades privadas. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros

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