La Ciudad vuelve a mirar al río: un recorrido por la Costanera porteña

 La Ciudad vuelve a mirar al río: un recorrido por la Costanera porteña

La parte Sur de la Costanera fue el paseo más popular durante la primera mitad del siglo XX, cuando los habitantes de la Ciudad se bañaban en el Río de la Plata y existía en la zona un balneario, así como numerosos restaurantes, cervecerías (la más importante fue la Cervecería Munich, hoy convertida en el Centro de Museos de Buenos Aires y que alberga al Museo del Humor) donde en algunos de ellos actuaban a la noche los músicos y artistas de la época.

Hoy ha recuperado gran parte de su esplendor gracias a su vecindad con el barrio de Puerto Madero, a la restauración que se llevó a cabo en las últimas décadas y a la declaración de la zona aledaña como Reserva Ecológica, que convirtió a la Costanera Sur en uno de los lugares preferidos para caminar, andar en bicicleta, trotar o pasar el día en familia durante el fin de semana.

Además, desde 2014, 10 esculturas de los deportistas argentinos más destacados de la historia en sus respectivas disciplinas forman el Paseo de la Gloria, que va desde Av. Tristán Achával Rodríguez y Azucena Villaflor hasta la calle Viamonte.

El Norte es un corredor paralelo al Río de la Plata que une Recoleta con Ciudad Universitaria, pasando por el barrio de Palermo. A través de su recorrido se encuentran espacios verdes, centros comerciales, artísticos y bailables, además de lugares recreativos y deportivos.

La zona condensa también muchos de los más clásicos y conocidos restaurantes porteños, frecuentados en muchos casos por famosos que gustan de encontrarse en esta zona ribereña. Si de sumar una experiencia distinta se trata, es imposible perderse de comer en los carritos de la costanera, una postal por excelencia. Para los turistas o viajeros, los carritos semejan a los “foodtracks” de Nueva York pero en su versión porteña, con el río más ancho del mundo de fondo y cientos de pescadores, y la más típica comida argentina: choripanes y sándwich de bondiola o asado. A medio camino en este recorrido está el Aeroparque Jorge Newbery, uno de los más modernos de Sudamérica.

La Costanera Norte ofrece una fusión de elementos que la hacen única para pasar tiempo al aire libre. No hay edificios que tapen el sol y el ambiente ribereño suma aire puro y energías para correr, andar en bici o jugar con los chicos. El Parque de los Niños es el lugar para ir con ellos y estar todo el día. Hay areneros, plazas de juegos y mesas de picnic. En verano, se accede al ya tradicional BA Playa, uno de los principales atractivos de la Ciudad en verano, con arena, sombrillas, reposeras y distintas actividades como vóley de playa, juegos, sectores de lectura infantil y de adultos y recitales.

El Parque Costanera Norte fue inaugurado en 2013 con la intención de concentrar la práctica de deportes extremos como skate, longboard, bowl skate, flatland, inline slalom, mountain, bicipolo y palestra. Además de practicar deportes, siempre hay espectáculos y actividades. Para su construcción se recuperaron 350 metros de costa y una península que se encontraban fuera de uso y sin acceso público, se colocaron pequeños livings frente al río, bebedores y se plantaron más de 200 árboles. Y de paso, por qué no hacer un alto en el Club de los Pescadores, una de las vistas más lindas de la ciudad con mucha historia detrás.

Avistaje de aves, mucho verde, caminatas, postas aeróbicas, bicicleteadas, plazas de juegos para los más chicos, arte, cultura, modernidad y tradición. Ambas costaneras son una parte vital y bien representativa de la porteñidad.

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