Encontrar todo en su sitio, la ropa doblada y las estanterías así como los pisos relucientes, es algo que cualquiera anhela al llegar a casa, pues transmite una sensación de calma. De hecho, en redes sociales abundan los videos que ofrecen recomendaciones para mantener un hogar impecable.

A muchos de los que aman el orden se los suele tachar de obsesivos compulsivos, una expresión que no siempre es correctamente utilizada, explica el psicólogo clínico Sebastián Robalino, especialista en el tratamiento del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). A criterio del profesional, entre todas las personas que se afanan por el orden, solo unas pocas sufren en realidad de esa condición mental.

Ese reducido grupo ha vivido alguna situación que le afectó profundamente y le generó ansiedad. El tema alcanza otra dimensión cuando esa ansiedad llega a un grado tan alto que se libera en forma de compulsiones, como limpiar una y otra vez la casa. 

Entre sus rasgos están los pensamientos atacantes y repetitivos. Los magnifican y no toleran la incertidumbre. Además, los detalles más pequeños son una preocupación excesiva, que viene acompañada de reacciones emocionales extremas. Quien sufre de TOC necesita constantemente confirmar que lo que ha hecho está bien.