Michael Wilson, conocido como uno de los estrategas más pesimistas de Wall Street, afirmó que los índices de la plaza de Nueva York se enfrentan a turbulencias, que podrían derivar en una fuerte liquidación de posiciones en un futuro no muy lejano.

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El estratega de Morgan Stanley que, vaticinó en el pasado un desplome en el mercado que todavía no ocurrió, estima que el S&P 500 corre el riesgo de sufrir fuertes pérdidas a corto plazo y terminaría el año en los 3.900 puntos, según la agencia Bloomberg. "Los vientos en contra superan significativamente los vientos a favor, y creemos que los riesgos de una corrección importante rara vez han sido mayores", dijo Wilson.

Morgan Stanley sostiene su previsión de beneficios por debajo del consenso del mercado, esperando que los beneficios por acción del S&P 500 estén en los u$s185 este año, frente a la estimación media de u$s220. Wilson señaló que el deterioro de los precios y la decepción explicarían la caída de los beneficios.

Además de los riesgos para los beneficios empresariales, Wilson también retiró los vientos en contra para el deterioro de la liquidez debido a los niveles récord de emisión del Tesoro y al debilitamiento del apoyo fiscal. También espera que los valores de valor superen a los de crecimiento, ya que los inversores se destacan por los sectores defensivos.

Meses atrás, Wilson había advertido que el optimismo relacionado con la inteligencia artificial no podrá "detener ni siquiera amortiguar" la próxima recesión en las ganancias. El analista además hizo hincapié en la necesidad de un "restablecimiento adecuado de la valoración" que refleje de manera más precisa los fundamentos financieros históricos en los precios de las acciones.

Tras alcanzar el nivel más alto desde abril del año pasado a comienzos de junio, el S&P500 viene retrocediendo ante la la incertidumbre suscitada por las posibles nuevas alzas en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal que, podrían llevar a la economía a la contracción en medio de su lucha contra la inflación.

Los principales índices de Wall Street sufrieron caídas el viernes 23 de junio y cerraron la semana en negativo, en una semana dominada por los comentarios contundentes emitidos por las autoridades de la Reserva Federal, que avivaron el temor a que las tasas de interés se mantengan altas durante más tiempo.

Los tres principales índices bursátiles de Estados Unidos perdieron terreno por una liquidación generalizada, y las acciones de mega capitalización pesaron más en el índice compuesto Nasdaq.