Tras el armado de listas, los empresarios observan señales positivas

 Tras el armado de listas, los empresarios observan señales positivas

Tras conocerse los nombres de los candidatos a presidentes por las distintas listas, crece la expectativa de los empresarios por conocer más en detalle el pensamiento de los postulantes. Se pudo observar el martes, cuando los dirigentes siguieron con atención las palabras de Sergio Massa en el marco de la convención de la Cámara Argentina de la Construcción. Este jueves los dueños y directivos de las principales compañías tendrán oportunidad de escuchar a otro de los que está en carrera: Javier Milei será el orador en el almuerzo mensual del capítulo argentino del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICYP).

Como dato anecdótico, algunos de los organizadores de este encuentro estaban preocupados por la cantidad de asistentes, dado que Milei no parece ser el candidato con más posibilidades. Tal vez haya pesado también la anterior experiencia, cuando el orador invitado fue Mauricio Macri y el Consejo tuvo que reducir la cantidad de mesas por falta de demanda. No obstante, se vieron sorprendidos por las reservas que se registraron para concurrir a la exposición del libertario, al punto que no sólo se vendieron todos los cubiertos (a precios que distan de ser populares), sino que también se formó una lista de espera.

Si bien los empresarios más experimentados arrastran años de frustraciones, los dirigentes marcan algunas señales positivas de la coyuntura, según resulta de consultas que realizó Ámbito a distintos referentes del sector patronal.

El primer elemento que se tiene en consideración es la línea general de los candidatos con más posibilidades de llegar a ocupar el sillón de Rivadavia. Estaba descontada la orientación pro mercado de las propuestas encabezadas por el propio Milei, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. Pero ahora la postulación de Massa lleva a pensar que “sea quien sea que gane la presidencia, no cabe esperar un proceso disruptivo”.

Precisamente en su discurso ante los empresarios de la construcción, el candidato de Unión por la Patria señaló que “los cuatro pilares que nos tienen que guiar en los próximos 10 años, gobierne quien gobierne, son el orden fiscal, el superávit comercial, la competitividad cambiaria para que la Argentina pueda desarrollarse, y el desarrollo con inclusión, porque el país tiene que desarrollarse con los argentinos adentro”.

Se trata de premisas compartidas por los hombres de negocios. Entre los empresarios que escucharon el discurso, más de uno agregó a la lista de Massa “la necesidad de tener seguridad jurídica”, un aspecto que consideran fundamental tras décadas de incumplimientos de los contratos.

Ayuda

Por otra parte, y si bien los empresarios son conscientes de la difícil situación por la que atraviesa la economía, la posibilidad de un pronto entendimiento con el Fondo Monetario Internacional es interpretada como un elemento a favor de la relativa “estabilidad” con que sería posible llegar a las elecciones.

En su discurso del martes, Massa señaló que los técnicos argentinos y del FMI estaban cerrando los números del primer y segundo trimestre del año y que “seguramente en las próximas horas van a conocer cómo es el programa de los próximos seis meses con el Fondo”.

La expectativa es que el organismo multilateral no sólo refinancie los vencimientos que debe afrontar la Argentina, sino que también establezca alguna línea adicional en función de la difícil situación por la que atraviesa el país, agravada por la peor sequía de la historia, según reconoció el propio Fondo. Tanto fuentes de Washington como del Palacio de Hacienda señalaron a Ámbito que existe esta posibilidad, aunque desde el exterior sostienen que “la ayuda sería limitada”.

Cabe señalar que, si bien la Argentina incumplió en el primer trimestre del año con las metas acordadas con el FMI en materia de reservas y déficit fiscal, la sequía implicó una pérdida mayúscula de divisas (cerca de 20.000 millones de dólares) que cambió todo el escenario macroeconómico, coinciden tanto las autoridades argentinas como las del Fondo.

A pesar de estas desfavorables condiciones, la conducción económica cuenta a su favor en la negociación con el FMI que ha seguido cumpliendo con el compromiso de avanzar en el ordenamiento fiscal -en los primeros cinco meses del año, el gasto primario se contrajo 7% en valores reales-.

Si bien la letra chica de la reformulación del programa con el FMI sigue en discusión, en fuentes cercanas a la negociación se señala que “habría quedado descartado un salto discreto del tipo de cambio oficial”.

Esto no significaría que los técnicos del Fondo no sigan planteando la necesidad de corregir lo que consideran un retraso del tipo de cambio. En todo caso, se especula, las modificaciones vendrían por vías “indirectas” como, por ejemplo, la aplicación de determinados impuestos a ciertas importaciones (prescindibles).

La escasez de dólares es uno de los temas que más preocupa a los empresarios, tanto por una cuestión microeconómica – las dificultades que enfrentan cotidianamente a la hora de realizar importaciones – como por una cuestión global – el valor del dólar es central para la estabilidad macroeconómica-.

Desde esta perspectiva, los avances en la negociación con el FMI como así también la apertura de otras fuentes de financiamiento (como fue la ampliación del swap de China) los empresarios esperan que se puede llegar a las elecciones sin demasiados sobresaltos.

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