El personal de varias dependencias municipales hicieron un recorrido de 6,8 kilómetros para constatar el funcionamiento de los equipos que monitorean los lahares ante una posible erupción del volcán Cotopaxi.

Hugo Yepes, vulcanólogo, manifestó que las estaciones fueron instaladas por el Instituto Geofísico y la labor fundamental es el monitoreo de los lahares que pueden bajar por el río Pita. Tienen sensores sísmicos que vibran de acuerdo con la cantidad de agua y material que desciende por el río Pita. La señal más fuerte indica que bajarán grandes cantidades hacia el Valle de los Chillos.

Las estaciones funcionan por energía solar y, mediante antenas, transmiten señales hacia el centro de monitoreo del Instituto Geofísico y una cámara con enfoque al río permite constatar en imágenes lo que pasa. El Cotopaxi es uno de los volcanes más monitoreados de Sudamérica, las 24 horas del día.

“Esta estación también se la conoce como el sitio del hombre muerto (dead man en inglés) por la pérdida de señal. Es el último tiempo que tienen para salir las personas que se encuentran en la zona custodiando la seguridad. Desde ese punto las zonas pobladas tendrían aproximadamente de 30 o 35 minutos para evacuar. El Instituto Geofísico tiene sus propios protocolos para informar a las autoridades lo que sucede para que se tomen las acciones necesarias”, concluyó Yepes.

Daniela Valarezo, secretaria de Seguridad y Gobernabilidad, manifestó que como parte de las estrategias que realiza el Municipio en pro de la protección de la ciudadanía se realizó la visita por el sector para verificar el estado de los sensores que permitirán monitorear el descenso del lahar y se pueda informar adecuadamente a la población de Sangolquí y el Valle de los Chillos. Precisó que el equipo técnico -desde el COE Metropolitano- está listo para actuar en caso de una posible evacuación. Mientras tanto, las capacitaciones a la población y los simulacros continuarán.

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