La respiración consciente es vital para los seres humanos, ya que facilita el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre nuestro organismo y el medio ambiente. Además, tomar conciencia de la respiración puede ayudar a estabilizar la atención y hacer frente al estrés.

La respiración consciente permite calmar la mente y reducir la ansiedad. Esta práctica puede realizarse en cualquier momento y lugar, y se demostró que tiene beneficios para nuestra salud física y mental.

El estrés, la ira y la ansiedad tienen un impacto negativo en la salud. Una forma de hacer frente a estos difíciles sentimientos es practicar la atención plena, específicamente a través de la respiración consciente.

Según el Greater Good Science Center (GGSC), un centro de investigación y difusión de información sobre bienestar social y emocional ubicado en la Universidad de California, Berkeley, en Estados Unidos, la práctica de la respiración consciente puede ayudar a manejar el estrés, la ansiedad y las emociones negativas.

El GGSC explica que este método es efectivo porque la atención plena permite distanciarse de los pensamientos y sentimientos. Esto a su vez ayuda a tolerar y superar los sentimientos desagradables.

La OMS recomienda practicar el ejercicio escuchando los propios pensamientos sin emitir ningún juicio negativo. Es posible que la mente comience a deambular durante la práctica. En ese caso, es preciso volver a centrarse en respirar y en meditar.