Las resoluciones jurídicas con tinte legalista son respetables porque son más objetivas que las ambiciones politiqueras, ¿pero se puede afianzar la vinculación de una equidad a rajatabla? ¿La justicia existe o no? Cuántas veces existen sentencias con carencias de justicia. Mientras se condena a un robagallinas, por otro lado, un narco, siendo indigno, es tan ‘respetable’ que se vuelve intocable, como si alcanzara fuero de corte. La pregunta es: ¿qué grado de justicia existe en nuestro entorno? Los delincuentes pueden tener privilegios, ¿y los honestos? ¿Qué es más importante?

Cuando los ciudadanos ecuatorianos escuchemos la palabra ‘valor’ o ‘valores’ y no pensemos en valores fiduciarios sino en valores humanos, la equidad será una realidad evidente. Mientras eso no ocurra, la importancia será de quienes, sin ser honestos, dispongan en su cuenta bancaria de abultadas cantidades, mientras los honestos vivamos limitados tan solo cuantitativamente, aunque cualitativamente dispongamos de valores humanos de mayor trascendencia que aquellos que solo cuentan con papeles sucios y manoseados.

Eduardo Jiménez