El yen se mantiene por debajo de la barrera psicológica de 145 por dólar este lunes 3 de julio, mientras el dólar retrocedió después de los datos económicos estadounidenses de la semana pasada, que mostraron una ligera moderación de la inflación y del gasto de los consumidores.

Informate más - Seguí el precio del dólar blue, oficial, CCL y MEP en Argentina

El yen se debilita entonces un 0,09% hasta los 144,45 al inicio del segundo semestre del año, habiendo perdido un 9% frente al dólar en los primeros seis meses del 2023. Con relación al euro, el yen rondó los 157,66, justo por debajo del mínimo de 15 años de 158 que alcanzó la semana pasada. También subió a 183,58 por libra esterlina, su máximo desde diciembre de 2015.

La divisa asiática brevemente superó los 145 por dólar el viernes, alcanzando un mínimo de casi ocho meses de 145,07, ya que los inversores están atentos a si las autoridades japonesas intervendrán en el mercado de divisas. El ministro de Finanzas, Shunichi Suzuki, dijo el viernes que Japón tomaría las medidas adecuadas en respuesta al excesivo debilitamiento del yen, en concordancia con los comentarios anteriores de ministros y responsables del Gobierno. Los comentarios de Suzuki ayudaron a frenar las pérdidas del último día de junio.

Marc Chandler, estratega jefe de mercado de Bannockburn Forex, expresó: "La intervención se concibe mejor como una espiral de escalada. Entre los peldaños más altos está la intervención coordinada. Los peldaños más bajos de la espiral de escalada son distintos tipos de intervención verbal".

Japón compró yenes en septiembre, siendo su primera intervención en el mercado desde 1998, después de que una decisión del Banco de Japón (BoJ) de mantener una política monetaria ultralaxa hiciera caer el yen hasta 145 por dólar. Volvió a intervenir en octubre, cuando el yen se desplomó a un mínimo de 32 años de 151,94.

A pesar de esto, la confianza empresarial japonesa mejoró en el segundo trimestre debido a la relajación de las restricciones de oferta y a la eliminación de los frenos impuestos por la pandemia, lo que aumentó la producción de las fábricas y el consumo, según una encuesta del banco central. Esto indica que la economía se encamina hacia una recuperación estable.

Esta semana, los inversores estarán atentos a las actas de la reunión de junio de la Reserva Federal estadounidense, que se publicarán el miércoles. El banco central decidió mantener sin cambios los tipos de interés en su reunión de junio, pero sugirió que los costos de los préstamos podrían tener que aumentar hasta medio punto porcentual este año.

Los datos económicos de la semana pasada revelaron que la economía estadounidense se mostró sólida, disipando los temores de una recesión, pero aumentando las expectativas de que la Reserva Federal mantuviera una política monetaria restrictiva.

Sin embargo, los datos del viernes indicaron una inflación más baja de lo esperado en mayo, y el gasto de los consumidores se desaceleró significativamente, lo que confirmó que las acciones de la Fed están logrando el efecto deseado.

"Contrariamente a las previsiones, la economía estadounidense no se está desacelerando", señalaron los estrategas de Citi en un comunicado a los clientes. "El empleo está experimentando un crecimiento sorprendentemente sólido, lo que mantiene el mercado laboral ajustado y proporciona el poder adquisitivo necesario para impulsar el consumo de servicios".

Según la herramienta FedWatch de CME, la probabilidad de que la Reserva Federal aumente los tipos de interés en 25 puntos básicos en su reunión de julio es del 84%.

Los inversores también estarán atentos a la encuesta de ofertas de empleo y rotación laboral (JOLTS) y al informe mensual de nóminas del Departamento de Trabajo, que se publicarán a lo largo de esta semana y ayudarán a evaluar el mercado laboral de Estados Unidos.

Los estrategas de NatWest Markets predicen que el ciclo de aumentos de tasas ha llegado a su fin, pero señalan que si los datos de inflación no muestran avances suficientes, los líderes de la Fed podrían aumentar las tasas en otros 25 puntos básicos en julio. "La decisión de actuar o no dependerá más que nunca de los datos", afirmaron.

Con relación a una cesta de divisas, el dólar cotiza a 102,86, habiendo caído un 0,4% el viernes. Después de un aumento cercano al 2% en la primera mitad del año, el euro comenzó el tercer trimestre con moderación y se situó en 1,0916 dólares, un incremento del 0,05%.

La libra esterlina opera en en 1,2704 dólares, sin cambios en el día, después de haber subido un 5% en los primeros seis meses del año.

El yuan chino logró estabilidad luego de haber alcanzado mínimos de casi ocho meses frente al dólar la semana pasada, gracias a los esfuerzos intensificados del banco central para estabilizar la moneda local que estaba muy debilitada.

El dólar australiano trepa un 0,02%, a 0,667 dólares estadounidenses, mientras que el dólar neozelandés lo hace en un 0,42%, a 0,615 dólares estadounidenses.