Sergio Massa marcó ayer otro casillero en el tablero de apoyos peronistas a su candidatura presidencial con la visita de Hugo Moyano, el secretario general de Camioneros. El gremialista, que acudió a la cita en Economía con dos de sus hijos pero sin el mayor y cotitular de la CGT, Pablo Moyano, aprovechó para recordarle al postulante su demanda recurrente por un incremento de los subsidios estatales a favor del transporte por camión, un beneficio que la actividad tuvo gracias al sindicalista durante el gobierno de Néstor Kirchner y el primero de Cristina de Kirchner pero que perdió luego de la ruptura política en 2012 con la entonces presidenta.

La audiencia del ministro con los Moyano se enmarca en los afanes del precandidato de Unión por la Patria de aunar detrás de su campaña a la mayoría de los sectores del peronismo, entre ellos los gremios de la CGT y de la CTA de los Trabajadores. Como adelantó en exclusiva este diario la central mayoritaria prepara para Massa un acto masivo durante los primeros días de agosto y mañana hará una reunión de su “mesa chica” para definir aspectos de esa convocatoria y de una inminente visita del tigrense a la sede de la central para participar de un encuentro de su Consejo Directivo.

Moyano fue recibido este lunes por el ministro junto a dos de sus hijos: Hugo Antonio Junior, abogado de Camioneros, y el menor de todos, Jerónimo, encargado de la Juventud del gremio de choferes y virtual secretario privado de su padre. El menor es el hijo de la actual esposa del sindicalista, Liliana Zulet, a cargo del emporio de negocios colaterales del gremio entre los que se destaca la gestión de la obra social, Oschoca, motivo del distanciamiento entre Hugo y Pablo. Massa se hizo acompañar por Julián Domínguez, exministro de Agricultura, asesor de sindicatos industriales y actual enlace del tigrense con esas organizaciones para la campaña electoral.

La charla sirvió para suturar la herida que había quedado en Moyano tras haber sido presentado fugazmente como cabeza de lista para candidatos a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires en la nómina que armó Daniel Scioli para las PASO. Al día siguiente fue anunciada la dupla Massa-Agustín Rossi como de unidad del oficialismo con la consecuente baja de la postulación de Scioli y de sus candidatos propuestos. Hace dos semanas el ministro recibió a Scioli y luego lo sumó a su equipo de campaña pero hasta ayer se desconocía cómo obraría Hugo Moyano en el proceso hasta las PASO.

A sabiendas de la importancia que su apoyo representa para la postulación de Massa, el camionero aprovechó para recordarle permanentes reclamos que presentó durante su gestión y que formaban parte de su agenda ya desde el arranque de la administración del Frente de Todos. Al tope de ellos figura el restablecimiento de una herramienta que pavimentó el crecimiento exponencial que tuvo Camioneros en los dos primeros gobiernos kirchneristas: el Régimen de Fomento para la Profesionalización del Transporte (Refop), un subsidio que les reintegraba a los empresarios de carga el valor de las cargas patronales siempre y cuando tuviesen a su personal inscripto bajo un contrato formal y en el Convenio Colectivo de Camioneros.

Durante la vigencia de aquella herramienta Moyano se garantizó un aumento de la nómina de choferes formalizados y un abaratamiento del costo laboral que no fue a expensas del sueldo sino de la maraña de subsidios estatales. En Camioneros alegan que el transporte carretero de cargas es por lejos la actividad que más aporta recursos para el impuesto a los combustibles pero la que en proporción menos recibe como contraprestación.