El gasoducto, la guerra y la sequía en el cara a cara de Washington

 El gasoducto, la guerra y la sequía en el cara a cara de Washington

El equipo económico viajará a los Estados Unidos con un dato sobre la mesa: el comienzo de vida del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner le permitirá al país un ahorro concreto de u$s2.200 millones al país este año en importaciones energéticas. El dato exacto será llevado a la reunión de Washington por el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, y el jefe de asesores, Leonardo Madcur, como parte de los argumentos negociadores que escuchará el staff técnico del Fondo Monetario Internacional.

No es una información más que se le presentará en vivo y en directo al director gerente para el Hemisferio Occidental, Rodrigo Valdés, y al encargado del caso argentino, Luis Cubeddu. Forma parte de los argumentos sobre el costo de la guerra en 2022 que debió enfrentar el país, cifra en la que no se ponen de acuerdo. Para Argentina el incremento de los dólares que debieron liquidarse por el alza de los precios internacionales de los combustibles llegó a unos u$s5.200 millones, mientras que para el FMI la cifra fue sensiblemente menor. El cálculo que llevará Rubinstein a Estados Unidos es que, si este año el ahorro energético llegó a los u$s2.200 millones, el número válido es el que plantea la Argentina.

La discusión es importante porque del resultado de la misma saldrá luego la meta de reservas en el Banco Central que las partes deberán tener en cuenta este año; y que originalmente llegaban casi a los u$s9.000 millones. Para los negociadores argentinos, sumando esa cifra al costo de la guerra por la invasión de Rusia a Ucrania más la sequía de 2023, Argentina perdió en un año (junio 2022- junio 2023) más de u$s9.000 millones; exactamente el número de reservas que debían cumplirse con el FMI luego de la firma del acuerdo de Facilidades Extendidas de marzo del año pasado.

Rubinstein y Madcur viajan a los Estados Unidos con una misión concreta: discutir la habilitación de los giros del FMI al país comprometidos para el cierre del primer semestre y que se demoran por el incumplimiento de las metas de reservas y emisión pactadas para el período. Lo que se discutirá en las próximas horas es que la fiscalización se anualice, y que no se juzgue al país por no haber cumplido las metas de emisión de 0,6% del PBI y de reservas por más de u$s5.000 millones tomando el período del primer semestre, sino como cálculo anualizado. Sería un matiz para resolver una cuestión de fondo más importante: Argentina no cumplió el acuerdo echándole la culpa a la sequía (que influyó, y mucho) y a la guerra, ni lo cumplirá en el resto de 2023. Sin embargo, ni el gobierno ni el FMI quieren que el Facilidades Extendidas se caiga hasta que haya otra gestión en la Casa Rosada. Mucho menos ir a elecciones con un acuerdo con el organismo que maneja Kristalina Georgieva caído, lo que implicaría un país peleado con los mercados financieros privados y públicos. Sergio Massa se niega a esa posibilidad. Pero también a devaluar, algo que exige el FMI.

En este escenario estarán en Washington los funcionarios argentinos, en lo que será además la inauguración de una nueva etapa en la relación de las partes. Por primera vez desde que asumió en su cargo el 1 de mayo, Valdés negociará cara a cara con los enviados del Gobierno un nuevo acuerdo. El director para el Hemisferio Occidental participó durante varias semanas en las discusiones vía teleconferencia a través de las pantallas de las computadoras de Buenos Aires y Washington, pero nunca había tenido contacto directo con los argentinos.

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