Julio es el comienzo de la temporada de trufas en Argentina, que hace varios años que ya es productor de esta joya gourmet que comienza a verse en las cocinas de los restaurantes de Buenos Aires, tanto fresca como en aceite, rebozando los platos con su particular aroma y sabor. Aquí un listado de diez lugares en CABA donde se pueden probar platos con trufa.
El restaurante con sede en el hotel KOS de Pilar ofrecerá un exclusivo menú para honrar a la trufa junto a los vinos de bodega Rutini. El menú propone de siete pasos que incluyen madalena perfumada con naranja, mousse de hongos de pino y sambayón trufado al cognac; paté de hígado trufado con biscotti de cranberries y compota de uvas; y un original Nino Bergese con yema trufada, slice de trufa fresca y salvia. De postre peras cocidas en Rutini Chardonnay con cremoso de patagonzola, almíbar de miel trufada y garrapiñada de avellanas y como final café nespresso y petit four trufas de chocolate intenso y sal. El precio es de $15.000 por persona.
Con presentaciones originales y especial atención al producto Bagatelle propone una carta basada en la cocina mediterránea, entre los cuales se destacan realizados con un toque de trufa, como el cavatelli aux cèpes de pin (cavatelli casero con hongos de pino, hongos frescos y aceite de trufa), la tarte épinards frais (una crocante pizza de espinacas, con provolone ahumado, mozzarella de búfala de flor di latte, ajo y aceite de trufa); o el assiette de fromages (una selección exclusiva de quesos en sus variedades brie, fontina, azul, que se combinan con chutney de peras y una crocante garrapiñada de frutos secos) con la opción a gusto del comensal de sumarle un delicioso y perfumado aceite de trufas francés, que le otorga al plato un carácter único y distintivo.
De la mano del chef peruano Charly Díaz, este restaurante propone una cocina de mar donde el pescado es el protagonista absoluto. Con preparaciones a las brasas, sushi, ceviches, y otros platos de estilo fusión, todo en La Pescadería resalta por su frescura y la atención al producto. Entre los niguiris se destaca el de pesca Trufado, preparado a base de ventresca de salmón rosado (la porción del vientre del salmón), que se sella con aceite de trufa, lo que le aporta su particular aroma y sabor, sal marina y se corona con ralladura de cítricos. Una combinación única que sobresale por las características que le aporta el sabor de la trufa.
Este restaurante ofrece una cocina a base de plantas con vegetales orgánicos de estación, variedad de hongos, quesos vegetales y más, que forman parte de los ingredientes que le dan vida a las preparaciones que marchan desde su cocina. Entre sus platos se encuentra la pizza con una base de crema a base de castañas de cajú, mozzarella de cajú y abundante aceite de trufa, que se emulsiona y se sirve sobre una delicada masa; además, se sirve con gírgolas rostizadas y kale marinado. Esta pizza es uno de los best seller de su carta y está disponible en su versión sin gluten.
La carta de este restaurante es de inspiración ítalo-americana con las pastas frescas como protagonistas con opciones largas, cortas y rellenas, hechas con materias primas cuidadosamente seleccionadas. En esta temporada se sugiere los cappelletti, una pasta casera al huevo rellena con stracciatella. Se termina con aceite de trufa, parmesano rallado al momento y pimienta recién molida. Para maridar cuentan con más de 700 etiquetas de bodegas provenientes de todas las regiones del país.
Protagonista de cocina street food vegana este local ubicado en la calle Caseros en San Telmo propone diez variedades de hamburguesas, además de tapas y picoteo, como lasPower Truffle, bien crujientes coronadas con una mayonesa de trufa hecha en el local, cebolla crispy y rawmesan (queso parmesano rallado hecho a base de un mix de semillas molidas). Una opción bien contundente y saludable para acompañar con cualquiera de sus bebidas energizantes.
Este restaurante italiano propone recetas clásicas elaboradas con exclusivas materias primas, como la trufa que se utiliza en diferentes preparaciones como los Tortelli Toscani al Tarttufo e Funghi, una pasta rellena de espinaca, queso parmesano y ricota con una salsa de hongo porcini y trufa negra de Umbria; la pizza Afrodisíaca, con tomate natural, mozzarella, alcaparras, aceite de trufa negra, hongo porcini y panceta ahumada, elaborada con masa madre y cocción rústica romana; y el risotto ai frutti di sottobosco con trufa negra y hongos. Además, como salsas a elección para su variedad de pastas ofrecen la Solo trufa al tartufo con trufa, trufa escabeche y panna; y la salsa Romagnoli con chorizo de cerdo, crema de leche, hongo porcini, trufa y champiñón.
Ubicado en los Arcos del Rosedal este local se destaca por sus pizzas de masa madre hechas al horno de barro. De estilo napoletano cuentan con toques propios del lugar: una suave masa hecha con fermentos naturales y leudada en frío, bordes aireados y una cocción al horno de barro con madera de quebracho y eucalipto. La pizza Funghi es elaborada con una salsa de tomates biodinámicos infusionados con albahaca y ajo, muzzarella, parmesano, mix de hongos compuesto por gírgolas y portobellos cocidos en cebolla de verdeo, perejil y el toque único del aceite de trufa. Para su elaboración, usan aceite neutro infusionado con trufa negra a una temperatura de 50 grados durante 5 minutos. En este tiempo, el aceite adquiere el sabor de la trufa en su máxima expresión.
La afamada cebichería del reconocido chef peruano Gastón Acurio presenta un menú por el que desfilan ricos platos cargados de los más auténticos sabores del Perú, elaborados con pesca fresca de la costa argentina, mariscos seleccionados y técnicas innovadoras. Uno de los apartados que más destaca de su carta es su propuesta de sushi nikkei, una combinación de la influencia japonesa y la cultura peruana, conseguida con productos de primera calidad. Aquí resalta una de las joyas de esta fusión gastronómica: el nigiri trufado. Este plato es elaborado con vieiras cortadas en láminas, bañadas una mayonesa de vieiras hecha a base de jugo de limón, ajo, aceite de trufas y wakame seco, y una decoración hecha con wakame patagónico y togarashi.
Restaurante destacado por su espíritu descontracturado que conquista con platos de inspiración mediterránea, para disfrutar en cualquier momento del día, y una completa propuesta de vinos nacionales exhibidos en góndola, que se ofrecen a precio de vinoteca. Para el picoteo o de entrada se recomiendan sus imperdibles croquetas de trufa negra “del Nuevo Mundo”, un producto local de calidad de reconocimiento mundial. Desde este fin de semana y hasta agotar stock, las tendrán como plato fuera de carta en presentación de tres unidades, acompañadas de un alioli de espinacas.
