Sacrificar a Axel Kicillof y mandar al muere a “Wado” de Pedro era patibulario. Cristina Kirchner se había anticipado y se subió a un tractor para pasar por encima de quien porfiara. Sin explicar nada fuera de su entorno, lucia paradójico que toda su tropa saliera a correr a Guzmán por izquierda. Pero algunos habíamos escuchado con serenidad sus definiciones: “soy una gran burguesa”, “el capitalismo es el sistema más eficiente”. Probablemente tuvo una lectura del panorama internacional y decidido llevarse puesto todo sin dar demasiadas explicaciones, a los más papistas que el Papa. Como dijo Perón, “la política es la política internacional”. Alfonsín en cambio expresó: “si la sociedad se derechiza, tendremos que acostumbrarnos a perder elecciones”. Bienvenidos al peronismo los que llegaron en 2003, una metodología que no es ideología, por lo tanto, ni derecha ni izquierda, no se resigna a perder elecciones. Hay vocación de poder, existe una doctrina con actualización, “dogmatismos cero”.

UN PAIS RICO Y LISTO PARA EL DESARROLLO

Cuando las inversiones llegan…según CEPAL, la inversión extranjera a la Argentina creció 123.2% y es récord de los últimos 11 años. El último informe de la Comisión Económica Para América Latina, señaló que la inversión directa al país en 2022 es la más alta desde el 2012.

Indudablemente la Argentina tiene los recursos naturales más codiciados en todo el mundo, como lo exteriorizó el embajador de los EE.UU. en la Argentina. La última novedad para los distraídos es la Cordillera de los Andes. Con 2.870.000 Km. cuadrados de superficie, y 8.500 kilómetros de extensión-la más larga del mundo-, conforme cálculos expertos, los recursos representan el doble de los que posee Chile. Recuerde que Chile exportó más de u$s 60.000 millones en 2021 y Argentina solo u$s 3.000 millones.

En los próximos años se prevé que la oferta de litio no logre satisfacer la demanda, en particular, de hidróxido. Los países del “Triángulo del Litio”: Argentina, Bolivia y Chile, concentran 56% de los recursos mundiales. Argentina se ubica en la 4ta. posición como productor mundial de litio. Así surge como consecuencia de la demanda de litio para la fabricación de baterías para automóviles y dispositivos electrónicos derivó en un crecimiento de la cotización internacional del carbonato de litio (LCE),

El Estado inauguró el Gasoducto Néstor Kirchner

Una obra clave para el crecimiento actual de la producción de gas no convencional, que permitirá aumentar, en una primera etapa, la capacidad de transporte en 20 millones de metros cúbicos día al unir Tratayen, en Neuquén, con Salliqueló, en Buenos Aires, y desde ahí sumarse a la red actual que abastece el mercado interno. En una segunda etapa, se proyecta expandirlo para que llegue a San Jerónimo-Santa Fe que, junto con la reversión del Gasoducto del Norte, permitirá el abastecimiento de gas al norte del país y abrir las exportaciones a Brasil. Se trata de una obra estratégica ya que permitirá ahorrar divisas por sustitución de importaciones de GNL y generar nuevos mercados para colocar la producción nacional.

Tenemos gas shale y petróleo suficiente para abastecer la demanda de todos los países limítrofes. El cobre y el hidrógeno verde huelgan solitarios, de los alimentos podemos jactarnos, omitiendo la sequía que destruyo riqueza por alrededor de u$s 20.000 millones en un año. Argentina preserva agua dulce como para abastecer a 360 millones de personas. Tenemos el acuífero guaraní, uno de los mayores del planeta, abarcando 1.2 millones de kilómetros cuadrados, alcanzando un espesor de 800 metros en algunos tramos. Se encuentra debajo de Santa Fe y se comparte con Brasil, Uruguay y Paraguay, su volumen ronda los 40 mil kilómetros cúbicos.

En materia energética decíamos, el shale gas argentino aventaja a nuestros socios, tanto que podríamos gasificar Uruguay, Chile y Brasil. Argentina asume un potencial extraordinario, que fue frustrado permanentemente por los diferentes gobiernos neoliberales.

LA BATALLA CULTURAL

Por especular con negocios turbios, Macri se quedó afuera de la historia expresando su histérica frustración en estos días. Quedará en el podio de la historia de los fracasos. Los argentinos dedicados a estudiar las cuestiones políticas y económicas estamos hastiados de ver tanto saqueo impune y desidia por el país. Durante largo tiempo se nos han coartado las posibilidades de un desarrollo que no debería estar lejos de las economías de Europa meridional, en términos de ingreso per cápita. A ello apunta el próximo Gobierno de Sergio Massa, con una visión neo desarrollista, que puede llevar adelante un programa de reformas económicas extraordinarias. Si bien tendrá la resistencia del statu quo, tiene también el potencial de dar un giro y sumar voluntades, si los resultados empiezan a verse rápidamente.

Es tal el nivel de distorsiones intelectuales y culturales que ha proferido el neoliberalismo internacional y vernáculo, que desarrollar la industria y exportar valor agregado o, proponer una economía de producción y trabajo, luce comunista. Necesitamos un cambio de régimen y Sergio Massa tiene todas las posibilidades de ser el candidato de Unión Nacional, no solo de Unión por la Patria.

El mundo moderno, aquí y ahora demanda más intervención del Estado, y menos mercado. Mientras en la Argentina Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich se quedaron en “los felices noventa” (Stiglitz), e insisten con implementar el Consenso de Washington, bajando el gasto público, reduciendo impuestos, desregulando la economía, para promover la bicicleta financiera, el mundo se dirige en otra dirección.

La Argentina acaba de demostrar el potencial desde Vaca Muerta y está a punto de manifestar todo lo que se puede realizar en términos industriales si utiliza su propia energía. La calamidad que recibió Alberto Fernández a fines de 2019 ha sido considerablemente complicada, con la economía exhibiendo un endeudamiento inédito, habiendo perdido el crédito internacional, un BCRA con bajísimas reservas netas y altísimo endeudamiento en Leliq a tasas extravagantes. Todo esto sin contar que durante 2015-2019 se duplicó la tasa de inflación y la pobreza supero el 40%, dejando 9.6% de desempleo y una caída del salario real de 20%, en solo 4 años.

A la fastidiosa sucesión que dejó Macri, súmesele pandemia, guerra en Europa, sequía y, tendrá un panorama desolador. El pais necesita la “integración de todos los argentinos de buena voluntad”. Por supuesto que no todos los ciudadanos entran en esa categoría. Por esa razón, se necesitaba un candidato que pudiera “captar la atención”. Pese a la venta de humo de las encuestas, hoy se escucha en voz baja una ciudadanía harta de atender mensajes y discursos violentos y desquiciados.

Si gana Massa, tendrá que desarrollar un formidable trabajo de comunicación para explicarle a la sociedad que un pais que no se desarrolla, no puede ofrecerle oportunidades de progreso al conjunto de la población.

Los discursos “ajustemos para estar mejor” han fracasado, la realidad ha demostrado que se estrecha el cinturón para que haya más gente en situación de pobreza e indigencia y mayor riqueza concentrada en pocas manos, generando bajísimos niveles de empleo y, de mala calidad.

Habrá que explicar lo que Mauricio Macri y su caterva le hicieron al país. Como destruyeron 40% de la riqueza en dólares en solo 4 años. Eso no puede volver a pasar. Necesitamos cordura y responsabilidad.

No pueden ofrecernos racionalidad proponiendo incendiar el BCRA, o moliendo a palos a quienes se manifiestan en la provincia de Jujuy. Hay que poner en tinta los nombres y apellidos de la decadencia económica en la que estamos inmersos desde 1976, pero ello requerirá un esfuerzo extraordinario. Para contar con la credibilidad de la economía, primero hay que contar con la credibilidad de la ciudadanía y pugnar con quienes fueron los verdugos de la economía.

Argentina no aguantaría 6 meses un presidente insensible que venga a reprimir protestas, ni un Congreso que no represente los intereses de las grandes mayorías.

Dada la ocultación de la catástrofe Macrista, la dificultad más grande reside en tener como oposición a los artífices del hundimiento del país, que proponen las mismas recetas y reformas del peor programa económico de la democracia. Cualquier presentación similar a las que estamos escuchando, tiene menos de 10% de probabilidades de tener éxito, inclusive pueden provocar un estallido social de dimensiones desconocidas.

Como en 2002, otra vez es necesario lograr un punto de inflexión contra la atolondrada y letal aventura neoliberal. Que no nos vengan más con las letanías hipnóticas de siempre: enseñándonos como es un país normal, aquellos que hicieron del desquicio y la locura un país vulgar, sin porvenir.

No existe ningún caso en el mundo, de un país se haya desarrollado exportando materia prima y comprando todo lo demás, dejando que los capitales entren y salgan cuando quieran, pagando tasas en dólares de 38% anual. Eso es lo que hizo el mejor equipo de los últimos 50 años, el que iba a traernos “pobreza cero”, el que no iba a devaluar, y terminaría para siempre con la inflación.

Separe a Macri que se bajó porque su grado de impresentabilidad era sobresaliente. Todos los demás están aquí, los cómplices, solo alguna señora que ahora hace denuncias, los demás está listos para volver a saquear el país y destruir lo que queda. En este momento vienen con un discurso semi totalitario, racista y clasista, susceptible en su límite de provocar un nuevo y ultimo fracaso. Son los que extrañamente en el nombre de la República denunciaron perversiones democráticas y corrupción, los mismos que violaron las instituciones y despojaron al país. Alejados de la realidad, continúan perorando al precio de una esquizofrenia cada vez mas visible. Sigue el doble discurso, la neolengua, y el comportamiento siempre contrario a lo que discursean, continua la hipocresía y el cinismo, pero probablemente la realidad los ha abandonado.

Director de Fundación Esperanza. https://fundacionesperanza.com.ar/ Profesor de Posgrado UBA y Maestrías en universidades privadas. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros