Licitación: el Gobierno vuelve a ofrecer bonos a tasa fija ante la baja de la inflación

 Licitación: el Gobierno vuelve a ofrecer bonos a tasa fija ante la baja de la inflación

Luego de varios meses en los que la Secretaría de Finanzas se concentró en renovar deuda en pesos a través de instrumentos indexados, casi con exclusividad, este viernes en la primera licitación de julio volverá a testear el ánimo de los mercados con letras a tasa fija. Así figura en la oferta de títulos para la licitación de este viernes en las que el gobierno buscará renovar algo más de $600.000 millones.

El menú está integrado por 8 bonos. Primero, hay una Lelite corta, al 31 de julio, cuya oferta está orientada a los Fondos Comunes de Inversión (FCI) que tienen un perfil que se enfoca en mantener liquidez.

Luego se ofrece una nueva LEDE (S3103) que vence el próximo 31 de octubre, un papel a tasa fija que hace más de tres meses que no se incluía en las licitaciones habituales. Con ello, Finanzas apuesta a que habrá una suerte de estabilización de la inflación e inclusive alguna baja en los siguientes meses como mostró el último dato del INDEC de junio del 6% y ver si por ahí puede captar algo de atención de los inversores.

Por otro lado, se ofrecen dos LECER (atadas a la inflación) al 18 de octubre y al 23 de noviembre. Estas tres letras las podrán comprar luego en la segunda vuelta por hasta un 30% las entidades que forman el programa de creadores de mercado.

Por otro lado, Finanzas pone sobre la mesa un bono vinculado al dólar oficial al 30 de abril de 2024, dos bonos ajustables por CER (inflación) al 26 de julio de 2024 y 14 de febrero de 2025, y un Bonte al 23 de agosto de 2025.

Así, el equipo de Finanzas procurará testear el ánimo del mercado. Al registrarse una leve baja de la inflación, se ofrecen alternativas diferentes al ajuste clásico por CER. Francisco Odone, gerente de Inversiones de la administradora de fondos MegaQm planteó en una charla con inversores que el mercado venía hasta ahora incorporando en los precios una inflación de 7% mensual hasta octubre. La noticia del IPC de junio podría modificar alguna decisión de inversión de algún agente, y de ese modo descomprimir parte de la deuda indexada.

Por otro lado, como ya se cerró la ventana hasta las PASO, que era uno de los límites temporales que se habían fijado los inversores, todo lo que queda para adelante ya ingresa en período electoral o posterior a él. Los administradores de cartera ya no solo miran las pantallas de las cotizaciones, sino que también están atentos a cuanta encuesta electoral se publica.

Tal como habían señalado fuentes de Finanzas a Ámbito, se espera que el roll over de julio esté algo por debajo del de junio, que llegó al 149%. El mes pasado se lograron juntar $575.000 millones por encima de los vencimientos, pero en julio consideran que la situación va a estar “más tranquila”. Un operador consultado señaló que en este llamado el Gobierno podrá medir el estado de la demanda por los instrumentos del Tesoro, teniendo en cuenta que los vencimientos están casi todos en manos de privados.

El mercado estará cauteloso hasta que pase el período de elecciones. La premisa es tomar “cobertura” hasta que se vaya despejando el escenario político. Luego de ello para fin de mes quedará otro llamado por unos $500.000 millones, también en manos de privados.

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