Ley de Etiquetado: el 76% lee los octógonos, pero solo un 33% cambió sus hábitos

 Ley de Etiquetado: el 76% lee los octógonos, pero solo un 33% cambió sus hábitos

La consultora privada ShopApp realizó un monitoreo sobre la Ley de Etiquetado con el fin de averiguar cómo están impactando en el consumo la aparición de productos con sellos en las góndolas. Conocé los resultados del estudio online que se realizó a finales de junio e incluyó la opinión de 1.000 consumidores argentinos ponderados por sexo, rango etario y nivel socioeconómico.

Frente a la pregunta "¿Escuchaste hablar de la Ley de Etiquetado Frontal de alimentos?", la mayoría de los entrevistados (75%) respondió que "Sí", mientras que un 25% aseguró que "No". La curva de conocimiento creciente a lo largo del tiempo demuestra que en diciembre 2021 -promulgación de la ley- un 64% estaba informado sobre la medida. En tanto, en febrero de este año, con el inicio de implementación, la cifra de informados llegaba al 70%.

Acerca del conocimiento sobre la Ley de Etiquetado Frontal, los niveles se mantienen similares a los registrados en febrero: solo un 28% declara saber bastante o mucho al respecto. Y, respecto a la frecuencia de lectura de las etiquetas, la cantidad de personas que declaran hacerlo asciende a un 77%, siete puntos más que en el relevamiento conducido en febrero de 2023. Eso podría indicar que la ley tiene un impacto sobre el comportamiento en la búsqueda de información nutricional.

"¿Qué canales solés usar para informarte sobre nutrición y salud?" Casi la mitad de los encuestados asegura informarse por redes sociales, seguido de medios de comunicación masivos (televisión, radio, diarios, etc), y página y redes del Ministerio de Salud. Hay un grupo (13%) que no busca informarse sobre temas de nutrición y salud.

Por otro lado, el nivel de acuerdo con la Ley de Etiquetado cayó rotundamente desde su implementación. El 67% acuerda con la ley, 13 puntos menos que el acuerdo registrado en febrero. Acerca de las razones para estar conforme, casi la mitad de los entrevistados (43%) dijo que "creo que ayuda a conocer mejor lo que comemos". Otro grupo (21%) asegura que "creo que va a obligar a las empresas a vender alimentos más sanos", "creo que incrementa mi libertad como consumidor/a" (19%) y "creo que va a contribuir positivamente a resolver problemas con la obesidad o malnutrición" (16%).

En contraposición, la principal razón de rechazo a la ley tiene que ver con dos razones: "No confío en su correcta implementación" (35%) y "No creo que contribuya a corregir problemas como la obesidad o la malnutrición" (34%). En febrero, la principal razón de rechazo a la ley era la preocupación por cómo afectaría a las compañías productoras de alimentos.

Otro punto a destacar del informe tiene que ver con la pregunta "¿Qué sentiste al ver por primera vez los productos con sellos negros en el packaging?". El impacto inicial de los sellos es mayoritariamente positivo, alcanzando a 6 de cada 10 consumidores. Más de la mitad de los encuestados aseguró que "me impactó positivamente porque considero que los mismos me proveen más información nutricional". Un cuarto de entrevistados dijeron que les resulta indiferentes y un 13% admitió que el impacto fue negativo.

Más de la mitad de los entrevistados aseguraron no haber dejado de consumir o reducir el consumo de alimentos/bebidas por la cantidad de sellos en su empaque. Acerca del tipo de de alimentos/bebidas que las personas dejaron de consumir o redujeron su consumo, se encuentra en el primer puesto las Galletitas dulces (55%), seguido de Gaseosas (44%), Mermeladas y untables dulces (32%), Snacks salados (31%), Cereales, granolas, barras de cereal (29%), Aderezos y salsas (28%), Postres, golosinas y chocolates (26%), Alimentos congelados (22%), Jugos (20%), Quesos y fiambres (18%), Panificados y galletas saladas (17%) y, en último puesto, Pastas, arroz, legumbres (12%).

El 33% declara haber cambiado sus hábitos en, al menos, una categoría desde la implementación de la ley. En promedio, el cambio de hábitos afectó a 3,3 categorías por consumidor.

A la hora de reemplazar estos productos, casi la mitad de los entrevistados admitió "elegir un producto de otra marca, pero con menos sellos". Mientras que otros grupos (34% y 22%, respectivamente) dijeron seguir eligiendo la "misma marca, pero con menos sellos" y "dejar de comprar la categoría de producto por los sellos".

Respecto al momento de elegir por sellos, calidad le gana a cantidad. El 56% elige por el contenido de los sellos más que por su cantidad, mientras que el grupo restante (44%) aseguró que se guía por la cantidad de sellos. A su vez, la mayoría de los entrevistados (82%) dijo que, en el marco de un evento social, como un cumpleaños o un viaje con amigos/familia, comería un producto que dejó de consumir por los sellos. El informe describió a estas personas con "actitudes relajadas".

Por último, más de la mitad de los entrevistados (54%) confesó que la ley no cambió su "interés por el aspecto nutricional de los productos". Mientras que los restantes grupos (26% y 20%, respectivamente), admitieron que, "desde que existe la ley, buscan informarse más acerca del aspecto nutricional de alimentos y bebidas" y, en contraposición, "antes de la ley, leía más la información nutricional de los productos".

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