Debate por la deuda pública: crónica de un default anunciado (Parte LXXXVII)

 Debate por la deuda pública: crónica de un default anunciado (Parte LXXXVII)

Discépolo un filósofo del tango, visionario desencantado nos marcaba de manera profana cómo es la realidad cuando caen las imposturas. Las fábulas perdían toda eficacia después de 44 dramáticos meses …, pero dejemos la primera estrofa de un tango de Discépolo, para el remate del artículo.

Macri había sido vapuleado en las PASO, y había puesto el grito en el cielo. Su bronca era tan grande que se había confundido y en lugar de felicitar al ganador “le echo la culpa”. También con Pichetto a su lado, le achacaron “imprudencia” a la gente.

La incertidumbre que generó una antediluviana conferencia de prensa incineró el país. Argentina volvió sufrir otra conmoción y fuga exasperada de inversores de activos financieros. A la desdichada y planeada conferencia de prensa, le siguió la decisión unilateral del gobierno de declarar la reestructuración de la deuda. La calificadora de riesgo S&P colocó al pais en default selectivo a la deuda local y extranjera (Clarín, 29 de agosto, 2019). Una economía que llego a las PASO detonada, con una extraordinaria vulnerabilidad macroeconómica y financiera, con la complicidad de la prensa intentaba desviar la mirada hacia responsabilidades y acontecimientos falsos.

El resultado de las PASO era parcialmente previsible, aunque ocultado por la prensa hegemónica, los encuestadores pagos, los operadores del mercado, los analistas políticos y economistas del establishment. El miedo real era el de un estallido social y una transición desordenada junto al debilitamiento político del gobierno después del impresionante revés electoral.

El gobierno de Macri había dinamitado la confianza por casi 4 años consecutivos, provocando en 2018 y 2019 un desplome de la demanda por activos domésticos de dimensiones históricas. Se descerrajó la venta de acciones y bonos, creció la demanda de dólares, el sistema financiero comenzó a disminuir depósitos y el BCRA perdía reservas. La primera licitación de Letes en dólares luego de las PASO expuso al Tesoro la imposibilidad de refinanciar las letras ante el desinterés más absoluto de los inversores.

Después de las PASO pretendieron reconquistar las elecciones de octubre con medidas de estímulo fiscal. Con desequilibrio financiero y el programa del FMI desgarrándose, aumentaron las dudas sobre el próximo desembolso del FMI por u$s 5.400 millones en septiembre. Si no llegaba se podían complicar las cuentas fiscales. Hernán Lacunza reemplazó al fugitivo Nicolas Dujovne y alteró la política económica. Puso todo su empeño en frenar el dólar y cumplir el programa con el FMI.

A su vez, Alberto Fernández puso las cosas “blanco sobre negro” e imputó al FMI por financiar la fuga de capitales creando una catástrofe social en la Argentina. El llamado desesperado de Mauricio Macri a Alberto Fernández pidiendo socorro no pudo despejar la incertidumbre y la venta de activos argentinos, la fuga de capitales y la salida de depósitos del sistema.

Macri y Lacunza tomaron la decisión de interrumpir los pagos de la deuda de corto plazo. Por más que hablaran de reperfilamiento, era un default compulsivo y no equitativo de los vencimientos en pesos y en dólares. La agencia de calificación S&P declaró en situación de impago al país el jueves 29 de agosto, 2019. El empresario Belocopitt expresó su memorable frase: “se la chorearon toda”, los inversores aceleraron la huida de Macrilandia, aumentó de la demanda de dólares, se aceleró la pérdida de reservas y empezó a verse una escapatoria acelerada de depósitos.

Alberto Fernández blanqueó la realidad a The Wall Street Journal: “la Argentina está en un default virtual y escondido”. “La crisis actual es un caso de déjà vu", dijo al recordar el colapso financiero que sufrió el país en 2001, que provocó el default de 100.000 millones de dólares de deuda pública, un récord en aquel momento (Infobae, 30 de agosto, 2019). Sus desacuerdos con las condiciones del FMI también son similares, agregó Alberto Fernández, que terminaría reestructurando la deuda y levantando todos los muertos que dejó “el mejor equipo de los últimos 50 años”.

Las impericias de Lacunza y Sandleris, con reservas moribundas y extrema escasez financiera por haberse cortado el crédito, trepidando el acuerdo con el FMI que quedó “al borde de la moratoria”, externalizaban un encadenamiento abrumador.

Todo era vertiginoso, el vaciado de las reservas necesarias para enfrentar el exceso de demanda de dólares, el pago de la deuda de corto plazo que luego de las PASO no se refinanciaría, la pérdida de depósitos bancarios, una enorme dificultad para renovar la deuda de corto plazo en Letes, Lecap, Lecer, Leliq hasta diciembre. El disgusto máximo de la declarada desierta licitación de Letes en dólares como la de pesos, el Tesoro que enfrentaba vencimientos por u$s 17.000 millones hasta fin de año: u$s 9.700 millones en dólares y $ 400.000 millones en pesos.

Ante tanta desgracia autoinfligida, para controlar todas las fases, el Gobierno optó por el reperfilamiento de los pagos de la deuda del Tesoro de corto plazo: Letes en dólares y Lecap en pesos y tras cartón, se hizo inexorable restablecer “el cepo cambiario”.

Con la reprogramación compulsiva e inconsulta de la deuda (default), el gobierno dejaba de pagar hasta diciembre y guardaba esas reservas para que no explotara el dólar y consecuentemente una hiperinflación.

El riesgo de no pagar la deuda era acelerar la pérdida de depósitos en dólares, la salida de depósitos en pesos, la demanda de divisas y el vaciado de reservas. Los dos días posteriores al anuncio de default selectivo o “reperfilamiento de la deuda”, empeoraron todo. Se aceleraba la merma de reservas en dos días: jueves 29 y viernes 30 de agosto 2019, se dilapidaban u$s 2.900 millones de un quebranto total de reservas hasta allí de u$s 12.200 millones.

Temporada indefendible para el BCRA que seguía regalando u$s 400 millones por día, quemando reservas a toda velocidad, hasta que entendieron que “el cepo” que levantaron Prat Gay y Sturzenegger 3 años antes, debería volver a colocarse. Una vergüenza para gente lógica. Ninguno de los economistas del equipo demostró decoro.

El default y el cepo cambiario llegaban para quedarse y lo más probable seria que hubiera que reforzarlos durante el próximo gobierno. En cuanto a la deuda, se la dejaron también al próximo presidente para que la reestructure. Y, la deuda de corto plazo se reperfiló para que le explote a Fernández apenas asumiera.

“…Mientras llegaba a dar clase en la Escuela de Negocios de una prestigiosa Universidad, el 29 de agosto de 2019 a las 6 de la tarde estacionaba y en la radio terminaba de escuchar el anuncio Lacunza cuando comenzaba Gardel: “Por ser bueno, me pusiste a la miseria, me dejaste en la palmera, me afanaste hasta el color. En seis meses me fundiste el mercadito, el puestito de la feria, la ganchera, el mostrador...”

Director de Fundación Esperanza. https://fundacionesperanza.com.ar/ Profesor de Posgrado UBA y Maestrías en universidades privadas. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros

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