La dura derrota del peronismo en las PASO de Santa Fe marca una alerta para la Casa Rosada de cara a las primarias de agosto, por tratarse del tercer distrito del país (un 8,06% del padrón nacional) y por encadenarse a otros triunfos de Juntos por el Cambio en la franja central del país, como fueron las generales en San Juan y San Luis.
Pero también deja tambaleando al PJ santafesino que hoy comenzará en la sede del partido con las sesiones de autocrítica. Es que ninguno de los cuatro oficialismos que hasta aquí habían caído en el desdoblado calendario electoral lo había hecho por tan holgada diferencia. Seis puntos de diferencia en las PASO de Chaco, siete en las generales de San Juan, ocho en las de San Luis, a los que puede sumarse el traspié del MPN neuquino por menos de un 3%. En Santa Fe, el score fue 58 a 26 a favor del megafrente Unidos para Cambiar Santa Fe contra la alianza peronista Juntos Avancemos.
Inclusive, solo Maximiliano Pullaro, el candidato bendecido por Horacio Rodríguez Larreta, obtuvo más adhesiones que los cuatro precandidatos del peronismo sumados. Demasiada distancia para descontar en las generales del 10 de septiembre y golpe tremendo para un peronismo que había tardado 12 años en recuperar la gobernación provincial, cuando en 2019 Omar Perotti cortó con tres periodos consecutivos de gestión del Frente Progresista.
El día después fue de desconcierto en el oficialismo y nadie se animó a hacer análisis profundos, aunque en la previa ya se había deslizado disconformidad entre los actores del PJ, que expresaron en el cierre de listas las tensiones que habían aflorado desde que Perotti llegó al Ejecutivo. Los dos antecedentes hacia adentro más fuertes: la ruptura en el bloque de senadores a un año de gestión, y la altisonante interna en las elecciones 2021, que enfrentó la lista del gobernador con la de Agustín Rossi y la vice Alejandra Rodenas.
No obstante, el ala ajena al mandatario tampoco logra coincidencias, y por caso La Cámpora, el kirchnerismo de Rossi y el Movimiento Evita marcharon separados para terminar con menos de 10% entre los tres. Como atenuante, en plena renovación generacional, no hubo nombres resonantes.
Hoy a las 10 habrá un cónclave para suturar retazos del peronismo. “Comienza una etapa. A las 10 habrá una reunión en el PJ. Estarán Marcelo Lewandowski y los otros tres precandidatos a gobernador para empezar a definir una estrategia”, dijo a Ámbito Ricardo Olivera, presidente del PJ santafesino. Además del senador nacional Lewandowski, quien se quedó con la interna, estarán sus rivales Leandro Busatto (impulsado por Agustín Rossi), Marcos Cleri (La Cámpora) y Eduardo Toniolli (Movimiento Evita).
Perotti, en tanto, no confirmó presencia y estaría en otra reunión, con los candidatos definitivos a diputados provinciales. El gobernador fue el más elegido el domingo en esa categoría, en esas rarezas que permite la boleta única impresa, que facilita el voto cruzado (ver pág. 19).
La idea de nueva etapa y de un reset en la campaña la había mencionado Perotti antes de conocerse los resultados. “La campaña en serio empieza esta noche”, afirmó tras sufragar en Rafaela, minimizando las PASO. “Es un proceso de ordenamiento de candidaturas”, expresó, acaso anticipando los resultados finales. Lewandowski repitió el formato en su bunker, conocida la tendencia. “Aquí empieza otra campaña. La ciudadanía ha elegido a Maxi Pullaro, por un lado, y a nosotros, por el otro”, remarcó el experiodista.
Si bien hay experiencias de elecciones que se revertieron (el caso más reciente, el de San Juan), suena improbable que los votantes de Carolina Losada (y Patricia Bullrich) elijan al peronismo en las generales. Acaso, el socialismo tiene un perfil más cercano al PJ, pero Mónica Fein obtuvo 8,29%. Aun sin todos los votantes de Fein migraran al peronismo, le quedarían a Lewandowski otros 24 puntos por remontar. Incluso, si la baja participación del 65% de las PASO creciera 10 puntos y todos se inclinaran por el PJ, seguiría abajo en el tanteador. Por supuesto, en este redondeo hacia arriba se descuenta que Lewandowski recolectaría los porotos de sus tres rivales de internas.
¿Qué se dirán esta mañana los precandidatos? Además de mostrar la foto de unidad hacia el exterior, puertas adentro sonarán reproches. A Perotti, por dejar afuera de la gestión a los sectores más cercanos al kirchnerismo y por su táctica de despegarse de Nación para evitar golpes que de todas maneras llegaron, acaso con más fuerza. Más allá del difícil entramado de la inseguridad, que excede -pero también alcanza- a su administración. La unidad de 2019, dirán, se cerró al día siguiente de aquella elección, generando heridos y alejamientos.
Asimismo, el kirchnerismo tiene sus propias cuitas. Como en otros distritos, los locales ven en La Cámpora una organización que pide desde arriba más de lo que tiene para ofrecer en el barro, abajo. Los resultados en las urnas luego no acompañan.
Olivera, titular del PJ, intentará moderar y juntar la tropa para lo que será una misión cuesta arriba en el camino a las generales del 10 de septiembre.
