Brasil está muy cerca de concretar una reforma que simplificaría el sistema tributario y que ha sido tachada de histórica y que es un triunfo político para el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y podría configurar un impulso para ese país, que es una especie de locomotora sudamericana, ya que lidera el impulso económico regional.

El objetivo de la medida, según anticiparon, es simplificar la vida del Gobierno, de las empresas y las familias al modificar un sistema que, hasta ahora, es extremadamente complejo. Además, busca combatir la evasión fiscal y aumentar la productividad unificando los impuestos sobre el consumo, entre otros beneficios.

El ambicioso proyecto en el gigante sudamericano busca unificar el Impuesto al Valor Agregado (IVA), el que se aplica a la circulación de mercaderías estadual (ICMS) y el gravamen a los servicios.

Según el Ejecutivo brasileño, los cambios darían más transparencia a los ciudadanos sobre la composición de los precios que pagan al adquirir bienes y servicios. Asimismo, se espera un alivio para las capas de baja renta gracias a la exención fiscal para una canasta básica nacional, cuyos elementos serán definidos por la Ley.

En esa misma línea, se prevé la creación de un sistema de devolución de impuestos para reducir las desigualdades sociales, en beneficio al consumo de las masas. Según distintos organismos, tanto gubernamentales como privados, la industria sería otro beneficiado de la reforma fiscal gracias a que se terminarían los impuestos cobrados en cascada que se pagan en cada etapa de la producción.

No obstante, los cambios se implementarían de forma gradual y tendría un período de adaptación hasta el 2032. Además, el proyecto podría sufrir modificaciones en el Senado, ya que falta por definir algunos temas sobre el IVA.

Sin embargo, Argentina podría tomar nota de algunos aspectos de la discutida reforma fiscal en el vecino país, puesto que también ostenta un sistema tributario que muchas veces va en contra de la inversión, la producción, la generación de empleo y las exportaciones y que, además, alienta a la evasión y elusión fiscal.

Si bien el proyecto en Brasil está diseñado para implementarse a lo largo de la próxima década, el boceto del mismo podría servir de ejemplo para la Argentina que, enfrenta un sistema tributario complejo y en ocasiones, contraproducente.