En medio de los vaivenes del mercado petrolero, este lunes 17 de julio el crudo presenta una caída superior al 1% en su precio. Esta situación fue desencadenada por un menor crecimiento económico en China de lo esperado, lo cual suscitó preocupaciones sobre la demanda en el segundo mayor consumidor mundial de crudo. Además, la reanudación parcial de la producción libia ejerció presión adicional sobre los precios.

El Producto Interno Bruto (PIB) de China registró un crecimiento interanual del 6,3% en el segundo trimestre, cifra inferior a las previsiones de los analistas que esperaban una expansión del 7,3%. La tan ansiada recuperación económica del país, tras los estragos de la pandemia, se vio amenazada rápidamente debido al debilitamiento de la demanda tanto a nivel nacional como en el extranjero.

En este escenario, el crudo Brent desciende en un 1,5%, equivalente a u$s1,39, alcanzando un precio de 78,48 dólares por barril. Por su parte, el crudo estadounidense West Texas Intermediate cae un 1,4%, representando una disminución de u$s1,34 y situándose en u$s74,08. Esta marcó la segunda jornada consecutiva de pérdidas para ambos contratos.

John Evans, experto de la correduría petrolera PVM, expresó en un informe su perspectiva sobre la situación, mencionando que los datos provenientes de China siempre han generado esperanzas, al menos para los inversionistas optimistas. Sin embargo, en la actual coyuntura económica, el motor asiático parece inclinarse hacia la tendencia bajista, generando un trasfondo desfavorable para el mercado del petróleo.

Es importante destacar que el petróleo experimentó un breve repunte debido a una alerta de Reuters sobre una posible ampliación de los recortes voluntarios de producción por parte de Arabia Saudita. No obstante, esta alerta fue posteriormente retirada, ya que simplemente repetía noticias previamente publicadas el 4 de junio.

Durante las últimas tres semanas, los precios del petróleo habían estado en alza, alcanzando su nivel más alto desde abril. Este aumento se vio respaldado por los recortes de producción de la OPEP+ y las interrupciones inesperadas en Libia y Nigeria.

Sin embargo, la producción de petróleo se vio nuevamente presionada el lunes debido a la reanudación de la producción en dos de los tres yacimientos libios que habían sido cerrados la semana anterior. La interrupción de la producción se debió a una protesta en respuesta al secuestro de un exministro de Finanzas.

Como señal de escasez de oferta, se prevé una reducción en las exportaciones rusas de petróleo desde los puertos occidentales. Según informaron dos fuentes el viernes, se estima una disminución de entre 100.000 y 200.000 barriles diarios el próximo mes. Esto indica que Moscú está cumpliendo su promesa de recortar la oferta, en consonancia con Arabia Saudita.

En conclusión, el mercado petrolero enfrenta turbulencias ocasionadas por el menor crecimiento económico en China y la reanudación de la producción en Libia. Estos factores han ejercido presión sobre los precios del crudo, que, tras un periodo de alzas sostenidas, han experimentado pérdidas en los últimos días. La incertidumbre y los eventos imprevistos en la industria petrolera continúan siendo determinantes en la evolución de este mercado crucial para la economía global.