Cada 13 de septiembre se celebra el Día Internacional del Chocolate, una jornada en la cual se homenajea el nacimiento de dos personas muy inspiradoras para los amantes del chocolate: Roald Dahl (1916), escritor británico y autor de Charlie y la Fábrica de Chocolates; y Milton Hershey, el estadounidense fundador de The Hershey Chocolate Company. En este marco, te traemos un listado de lugares en CABA que ofrecerán los postres con chocolate más originales.

En Virgen, un moderno restaurante & bar de San Telmo, el chef Manu Malacarne deslumbra con platos típicos de México en creativas versiones de autor. En la sección dulce del menú sobresale una aireada mousse de chocolate semiamargo al 70% cacao, servida con una tortilla de maíz inflada que le suma crocancia a cada bocado. El postre se completa con escamas de sal marina, una quenelle de helado de palta, una mermelada casera de jalapeños y frutillas frescas. Un interesante juego de sabores que lleva de viaje por tierras mayas.

En el Día Internacional del Chocolate, La Pinocha Chocolates propone desde los chocolates más tradicionales hasta los más picantes y amargos con altos porcentajes de cacao para quienes busquen nuevas experiencias. Entre las principales tendencias, la variedad más elegida es el milhojas blanco, el marroc, 80% cacao, chocolate con almendra y la tradicional tableta, con una impronta que demuestra su elaboración casera, como hecha a mano. A su vez, tiene más de 60 opciones como cuadraditos, alfajores, pinitos y tabletas, entre otras.

El barrio chino acaba de celebrar la apertura de Maradona (10), un nuevo restaurante en homenaje al gran astro del fútbol argentino, cuya carta recorre diferentes momentos y ciudades de la vida del Diego. Para los amantes del chocolate, el chef Ezequiel Benítez recomienda la Batalla del Bernabéu, un postre que combina una masa sablée de chocolate amargo y un cremoso de chocolate al 70% con café ristretto, piel de naranja, hilos de miel pura y naranjas confitadas.

Tanta es uno de los restaurantes del afamado chef peruano Gastón Acurio, que brinda platos de impronta hogareña donde se fusionan recetas típicas criollas e ingredientes de otras latitudes. Su original carta de postres incluye opciones como la Copa Chocomaracuyá, con una dupla infalible de sabores. Lleva una primera capa de compota de frambuesas naturales seguida de una cremosa mousse de maracuyá & Amaretto, una capa de crocante de chocolate y una última capa de mousse de chocolate semiamargo artesanal.

La emblemática parrilla La Cabaña deleita con cortes vacunos de la raza Angus, piezas de Wagyu y carnes dry aged que se pueden coronar con postres clásicos de la culinaria argentina más algunas opciones de autor. Entre estas últimas, una buena alternativa para los amantes del chocolate es el Capricho de Tres Chocolates. Es una suerte de degustación que combina una quenelle de chocolate con leche y licor de avellanas, otra quenelle de chocolate blanco y naranja, crema moka, naranjas a vivo bruleadas y trozos de torta Némesis, que es un bizcocho superhúmedo de chocolate al 70% cacao, todo bañado con una salsa inglesa de naranjas.

Ubicado en el Hipódromo Argentino de Palermo, el restaurante BAGA invita a vivir una noche distinta, en un ambiente elegante con una gastronomía mediterránea de alto vuelo, coctelería de autor y una fiesta única en Buenos Aires. En el apartado de postres, sobresale uno tan chocolatoso como delicado: el biscuit à l'orange et crémeux de chocolat, un bizcocho húmedo de naranjas sobre el que se posa un cremoso de chocolate de textura sedosa y sabor intenso. Se termina con unas gotas de sopa de yogur y chocolate blanco alrededor, para sumar frescura al paladar.

La moderna parrilla Hierro propone carnes maduradas a las brasas, creativas guarniciones a base de vegetales y platos artesanales que vale la pena probar. El dulce final es con sabores conocidos, pero con una vuelta de tuerca, como sucede en el postre Texturas de Chocolate. Este homenaje al fruto tropical lleva una base con trozos de un suave merengue de chocolate y una abundante porción de mousse de chocolate belga al 70% cacao, coronado con zest de naranja, un crocante de cacao puro y lajas de chocolate semiamargo con sal marina. La porción es abundante, por lo que se recomienda compartir entre dos personas.

Sobre la costanera porteña se encuentra Enero, un restaurante con una atractiva ambientación selvática y una sabrosa propuesta de cocina ítalo-argentina. A la hora de lo dulce, llama la atención un postre sabroso, ligero y fresco que lleva un mix de frutos rojos con pequeñas quenelles de una crema de pistachos y praliné de pistachos crocantes, todo coronado con una mousse de chocolate amargo a un costado del plato. Para maridar con una interesante selección de vinos o un rico café.

Dentro del elegante KOS Pilar Hotel, Trufa Restaurant propone platos de estación con sabores tradicionales y toques de sofisticación. Entre sus postres, sobresale una aireada y suave porción de mousse de chocolate amargo al 86%, servida dentro de un profiterol con crocante de sable, especias y salsa toffee. Un postre que descubre un mundo de texturas únicas en cada bocado.

Let it V deleita con una cocina a base de plantas y libre de gluten. En sus diferentes sucursales se pueden degustar desayunos y meriendas con café de especialidad, platos cosmopolitas y piezas de sushi, elaborados con hongos y vegetales. La carta de las sedes de Palermo y Devoto cuentan con un original cremoso de chocolate y naranjas hecho a base de tofu, que le da una agradable consistencia. Se sirve en forma de quenelles con un toque de aceite de oliva, frutos rojos frescos y un crumble de almendras y cacao.

Para terminar el recorrido por sus piezas de sushi fusión y sus platos de tendencia asiática, SushiClub ofrece postres como la Lujuria de Chocolate, un vaso con una base de crema chantilly, una abundante cantidad de ganache de chocolate amargo, muy densa y cremosa, más crema por encima, láminas de frutilla, un cubanito casero y una teja de chocolate. Llega a la mesa acompañado de rulos de chocolate con sal marina, una garrapiñada de arroz inflado y más frutillas, para ir agregando y mezclando a gusto.