La tarde del viernes 29 de septiembre de 2023 se confirmó que el cadáver que fue encontrado flotando en horas de la mañana en el mar frente a las costas de Engabao (Guayas), era el pescador, Eduardo Mantuano Rojas, uno de los tres pescadores desaparecidos desde el puerto de Anconcito, jurisdicción de la provincia de Santa Elena.

A Mantuano Rojas al igual que su compañero Stalin Rodríguez, lo asesinaron con saña, ambos tenían varios impactos de bala y los amarraron manos y pies para después lanzarlos al mar. Los asesinos le colocaron una bandera junto al cadáver para que otros pescadores los pudieran divisar.

Rodríguez fue localizado el pasado domingo frente a las costas de Santa Rosa. Su hallazgo causó gran consternación en sus allegados y compañeros que, hasta ese día esperaban localizarlos con vida.

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Mantuano, junto a Rodríguez y Roberto González, salieron a faenas de pesca en la lancha ‘Mi Quiteñita’ el 15 de septiembre, el objetivo fue la captura de dorados y albacora, su regreso estaba previsto para después de dos días. La búsqueda para encontrar a González continúa.

La muerte con saña de los dos pescadores se ha convertido en una gran disyuntiva. La principal hipótesis del hecho es que los artesanos fueron interceptados por una banda de piratas que los asaltaron y robaron la embarcación con el motor.

“A la final ellos pusieron resistencia y les dispararon”, comentó Joe Mateo, un pescador. Para otras personas, los ahora occisos conocieron a los delincuentes y estos para callarlos, tuvieron que asesinarlos.

“Con seguridad lo conocieron por lo que para no ser descubiertos tuvieron que liquidarlos”, rumoró, uno de los tantos curiosos que ayer estuvo en la rada del puerto de Anconcito a donde arribó el cuerpo sin vida de Mantuano.

Por el homicidio cometido con tanta venganza, la policía no descarta alguna relación referente al narcotráfico. La investigación del caso continúa, para ello se ha destinado a un grupo de agentes que tienen como objetivo indagar lo que pasó.

Eduardo Mantuano Rojas, era el capitán y propietario de la lancha, llevaba más de tres décadas como pescador, sus amigos lo recuerdan como un hombre tranquilo y conocedor de las corrientes marinas, “en varias ocasiones logró salvarse de los piratas que intentaron robarle en su lancha. 

Conocía muy bien las corrientes marinas, tuvo muchos amigos en Santa Rosa y Anconcito a donde siempre llevaba su pesca”, comentó uno de sus allegados. Stalin Rodríguez, tenía 36 años y desde los 16 empezó como pescador en la península.

Los cuerpos de ambos pescadores fueron encontrados a cinco millas náuticas.

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