El esperadísimo testimonio anticipado de Mayra Salazar dentro del caso Metástasis nos confirmó varios hechos que ya todos sabíamos: corrupción en las Cortes en Guayas; los alias de varios delincuentes; que la justicia y la política están contaminadas por la corrupción; que claramente, ningún servidor público puede con su sueldo darse la ‘buena vida’; que el exasambleísta del PSC ha sido calificado como “malvado” traficante de tierras; que un montón de corruptos lavan su dinero; pero lo que no sabíamos era el nivel de frivolidad y superficialidad que se puede alcanzar en Ecuador.
Causó asombro evidenciarlo cuando quienes participaban activamente de la audiencia, escuchando la declaración de la testigo protegido de la Fiscalía, no se sorprendieron por el vínculo del narcotráfico con la Función Judicial, políticos y autoridades; tampoco les impresionó la atrevida malicia con la que estos delincuentes de cuello blanco ejecutaban sus fechorías en la función pública. Permanecían inertes, nadie reaccionaba, hasta que se mencionó el nombre de una figura del medio artístico; solo entonces afloraron las desgarradoras expresiones de asombro, las cuales se evidenciaron en los micrófonos de los participantes, hecho que incluso forzó al magistrado a llamar la atención de los presentes para que guarden la compostura. ¡Inaudito! Como inaudito es el nivel de corrupción al que llega la red de tráfico de influencias para favorecer a mafias, delincuentes y cualquier otro ‘amigo’ con billete.
Quizás el anhelado asombro llegue cuando la testigo protegido, empiece a desenredar el ovillo de información gigantesco que posee de todos los involucrados en esta ruta de corrupción; quizás entonces la sociedad se quede estupefacta, ya que si algunos se quedan turulatos con lo revelado de uno de los eslabones de los varios casos insignia de la Fiscalía, imaginemos cómo se quedarán cuando comience a salir el resto de involucrados de Metástasis, Purga y el Gran Padrino. Quizás entonces no solo se queden turulatos, sino que también temblarán algunos monolitos de la sociedad ecuatoriana.