El tipo de cambio chileno se desligaba de un entorno sacudido por el reporte de precios al consumidor de enero en Estados Unidos, que hizo dispararse las tasas de interés y la demanda por dólares a nivel internacional.
La paridad dólar-peso bajaba $ 8,7 a $ 953,28 -mínimos de la sesión- antes del mediodía, según los datos de Bloomberg, aún después de conocerse que el IPC subió 0,5% mensual (versus 0,3% esperado) en la primera economía del mundo.
Así es como el fortalecimiento del peso desafía un panorama externo donde los rendimientos del Tesoro se disparaban alrededor de 10 puntos base (pb), el dollar index ganaba 0,4% y el cobre transaba sin grandes cambios.
"Creo que puntualmente hoy hay algún flujo que está manteniendo la presión (a la baja sobre el tipo de cambio), y puede ser que venga por efecto del posicionamiento de los extranjeros. También Hacienda ha estado activo con las ventas de dólares", dijo a DF el asociado senior trading de Credicorp Capital, Sebastián Puffe.
"Estas últimas semanas ha habido bastante flujo offshore con interés por comprar pesos y vender dólares, algo que creo que se gatilló un poco con el cobre, por la idea de inventarios bajos y un peak de demanda", razonó.
En concreto, la compra de moneda local a través de forwards hizo que la apuesta neta de los no residentes disminuyera a US$ 3.700 millones contra el peso, según datos del Banco Central al lunes.
De acuerdo con el estratega jefe de inversiones de Sura Investments, Ariel Nachari, la apreciación del peso este miércoles respondería a varios factores.
"El cobre lleva días bien positivo, y por el lado del dollar index, la reacción tampoco ha sido tan extrema, porque en general no cambia mucho nada. La Fed ya había comunicado que estaba preocupada por la inflación. Entonces lo único que cambia por este dato es que la expectativas del próximo recorte de tasas se mueven de septiembre a diciembre", dijo el ejecutivo.
También reparó en que el riesgo y la incertidumbre local ha disminuido bastante por la reforma de pensiones, por lo que todavía habría efectos relacionados al panorama local.
"Lo último es que tampoco es un día tan normal, porque estamos a mediados de febrero y el nivel de negocios que se hace es mucho menor que en un día normal. Lo normal sería ver al dólar estable", sostuvo Nachari.
Puffe sostuvo que el continuo descenso del tipo de cambio podría estar algo sobreextendido, y estimó que técnicamente tendría un soporte en la zona actual de $ 957, antes de un piso inferior de $ 950 y $ 945.
Diferenciales de tasas podrían estar colaborando con la apreciación del peso. Publicada este miércoles, en la minuta de la última reunión del Central se leyó que la decisión de mantener el tipo oficial dejaba abierto el camino si se consideraba necesario reevaluar la estrategia monetaria coherente con el logro de la meta.
"Un consejero agregó que se debía dejar claro que la institución actuaría con la severidad adecuada, lo que implicaba estar dispuesta a cambiar la dirección de la política monetaria y mover las tasas hacia arriba, si ello era necesario", dice el registro.
Según Nachari, "podría estar teniendo algo de influencia (en el tipo de cambio) que se mencione explícitamente la posibilidad de un aumento de tasa de ser necesario, aunque dicha probabilidad se mantenga baja por el momento".
Tasas locales más altas de lo previsto inicialmente suelen dan un respaldo a la moneda, por expectativas de mejores retornos en depósitos que generan demanda.