La liquidación de Wall Street se profundizaba este lunes, ya que recientes declaraciones del Presidente estadounidense, Donald Trump, no hicieron más que empeorar la percepción sobre los efectos que su política comercial podría tener sobre la primera economía del mundo.
El Nasdaq perdía 3,9%, el S&P 500 retrocedía 2,3% y el Dow Jones caía 1,2% poco después del inicio de las operaciones en la Bolsa de Nueva York. El S&P 500 viene de su peor semana desde septiembre de 2024, y de mantenerse en los niveles de la actual sesión, cerraría en mínimos desde ese mismo mes.
La otra cara de esta masiva retirada del mundo accionario es un rally de los bonos del Tesoro. El rendimiento del treasury a dos años caía 8,9 puntos base (pb) a 3,91%, su menor nivel desde octubre. La tasa de un bono se mueve de forma inversa a su precio.
"La posibilidad de un menor crecimiento económico en Estados Unidos es el tema de conversación más popular actualmente, amplificado por los comentarios de altos oficiales este fin de semana", publicó en Linkedin el consejero económico jefe de Allianz y presidente del Queens' College de la Universidad de Cambridge, Mohamed El-Erian.
“Odio predecir cosas así", dijo Trump el domingo a Fox News tras ser consultado sobre si espera una recesión para este año. Su diagnóstico fue que "hay un período de transición, porque lo que estamos haciendo es muy grande". Las palabras del mandatario hicieron eco del "período de desintoxicación" señalado el viernes por el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
"El daño ya está hecho, cabe esperar más ventas en los próximos días", escribió el estratega jefe de mercados de Slate Stone Wealth, Kenny Polcari. "¿Dónde se detiene? Eso no está claro en este momento. El próximo movimiento dependerá de lo que venga desde la Casa Blanca. Más incertidumbre creará volatilidad y precios más bajos, ya que muchos inversionistas dejan que el miedo guíe sus decisiones", aseguró.
Los comentarios de Trump agudizaron las preocupaciones que trajo el informe de nóminas no agrícolas publicado el viernes, más allá de que este fue considerado como no tan negativo por los analistas.
"Pese a los notables aumentos del empleo registrados en febrero, la ralentización del empleo federal parece estar pesando sobre el mercado laboral, mientras que los datos de esta semana también podrían reflejar la incertidumbre generalizada sobre las repercusiones de la política comercial en la inversión empresarial y el gasto de los consumidores", publicó RBC Wealth Management en su informe diario de mercados.
Estos son los principales reportes del calendario económico para la semana en EEUU:
Aún con este escenario externo, la bolsa chilena lograba mantenerse a flote. El S&P IPSA operaba plano en 7.381,46 puntos, con un positivo respaldo de SQM-B (1,5%), pero presionado en sentido contrario por títulos como Quiñenco (-1,3%) y Enel Américas (-1,1%).
De acuerdo con múltiples analistas, el IPSA ha destacado con desempeños sobre los del mundo desarrollado gracias a sorpresas positivas por el lado del crecimiento económico y expectativas de cambio de ciclo político, entre otros factores.
Por su parte, la renta variable europea caía contagiada por el pesimismo. El continental Euro Stoxx 50 retrocedía 1,2%, mientras que el FTSE 100 de Londres bajaba 0,6%. Las tasas revertían moderadamente una parte de sus singulares alzas de la semana anterior.
Al cierre de la jornada asiática, hubo desempeños mixtos. El japonés Nikkei 225 ganó 0,38%, pero el Hang Seng hongkonés se replegó 1,85% y el CSI 300 de China continental disminuyó 0,39%. Los débiles precios al consumidor del gigante asiático influyeron negativamente en la confianza del mercado.