Navegando la transición entre la escasez de dólares y el exceso de pesos

 Navegando la transición entre la escasez de dólares y el exceso de pesos

Transitando un año electoral, donde las principales fuerzas políticas aún disputan sus internas, y con todos los desafíos de los desequilibrios económicos a cuestas es que se potencian los desafíos para administrarlos y ello acentúa el clima de incertidumbre.

Dentro de las diferentes estrategias desarrolladas, a través de sucesivos planes percibidos como ¨aguantar¨ durante este período, despiertan preocupaciones el creciente déficit fiscal y el necesario financiamiento en deuda local, el cual viene bajando recientemente el nivel de "roll-over" a pesar de las mayores tasas validadas.

Ocurre que en caso de derivarse en un mayor financiamiento monetario se reconoce que las elevadas presiones inflacionarias podrían incluso acelerarse más, lo cual resultaría inestable - y peligroso - con velocidades ya en niveles del 100% anual.

Esta situación podría activar una caída en la demanda de dinero, lo cual sumado a la expansión monetaria en marcha no haría más que sumar cobertura cambiaria, justamente un frente donde las declinantes reservas netas han llegado a niveles críticos para atender a la demanda de divisas - en especial importaciones para no afectar más el nivel de actividad - y así se corre el riesgo de aplicar más restricciones.

De ahí la expectativa que despiertan nuevos incentivos al campo para la liquidación de su cosecha, en esta oportunidad posiblemente a través de un ¨dólar agro¨, que incluiría no sólo a la clave soja sino también a las economías regionales en busca de sumar más actores que sumen divisas dentro de este complicado panorama.

Aunque se reconoce que dicha medida sólo representaría - al igual que las anteriores versiones - un adelantamiento de divisas, de todas maneras sería percibido como un alivio dentro del delicado contexto actual. Así es que más allá de no resolver el desequilibrio cambiario de fondo - acentuado por la grave sequía - al menos podría otorgar un transitorio alivio que ayude a calmar las actuales tensiones.

Ello queda reflejado en el renovado reacomodamiento alcista en los dólares financieros - y libre - que ya desafían los $ 400, dado que los inversores siguen orientados hacia la búsqueda de cobertura, la cual por otro lado resulta habitual en períodos preelectorales a la espera de un panorama más claro sobre el futuro.

En busca de ir dejando atrás sucesivos parches, el desafío de la próxima administración será emerger con suficiente poder político como para poder poner en marcha de manera inmediata un plan económico integral que aspire a recuperar la deteriorada confianza de los agentes económicos, indispensable para dicho proceso.

Sólo de dicha manera sería posible atacar de manera simultánea los desequilibrios fiscales, monetarios y cambiarios, siempre aspirando a un mundo amigable de fondo, lo cual aún resulta incierto ante el creciente riesgo de recesión más allá de que la Fed - junto a otros Bancos Centrales mundiales - podrían ir dejando atrás su lucha por la inflación y así iniciar una estrategia más "dovish" que incluya descenso en las tasas.

En definitiva, los inversores deben estar preparados para ir navegando de manera activa y pragmática esta etapa de transición que seguramente requerirá de múltiples y sucesivas medidas para llegar a las elecciones con las menores tensiones posibles.

Economista

Recomendar A Un Amigo
  • gplus
  • pinterest
Commentarios
No hay comentarios por el momento

Tu comentario