El Banco Central nuevamente optó por la cautela y mantuvo este martes, por tercera reunión seguida, la Tasa de Política Monetaria (TPM), en un 5%.

La decisión, adoptada por la unanimidad de sus cinco consejeros, se da en el marco de la primera Reunión de Política Monetaria que realiza el emisor desde que estalló el conflicto arancelario impulsado por el Gobierno de Estados Unidos, el pasado 2 de abril, en lo que el Presidente Donald Trump denominó como el "Día de la Liberación".

En dicha jornada, la administración federal anunció la aplicación de aranceles a un conjunto de países, incluyendo a Chile, aunque la mayoría de las tarifas han sido pausadas a la espera de negociaciones entre las partes. Dichos vaivenes han generado volatilidad y rendimientos en ambas direcciones en los principales índices bursátiles.

Como era de esperar, el comunicado del instituto emisor hace directa referencia a este nuevo factor de incertidumbre, que no estaba presente en las reuniones monetarias de enero y marzo.

"Los cambios en la política comercial a nivel global han deteriorado las perspectivas de crecimiento mundial, a la vez que han aumentado la incertidumbre sobre su evolución futura. La magnitud y temporalidad de estos efectos en la economía local aún son inciertos. Respecto de la inflación, si bien continuará en niveles elevados en lo inmediato, su evolución reciente y la de sus principales determinantes reafirman las perspectivas de convergencia contenidas en el IPoM de marzo. Con todo, se mantiene la necesidad de cautela", señaló el Consejo presidido por Rosanna Costa.

Hacia adelante, las autoridades reiteraron el mensaje de que la tasa se mantendrá sin movimientos, a lo menos en el corto plazo, en medio de este incierto escenario.

"El Consejo evaluará los próximos movimientos de la TPM teniendo presente la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la convergencia inflacionaria. Además, reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de dos años", señalaron los consejeros.

El análisis del banco parte reforzando que la incertidumbre acerca de las perspectivas para la economía mundial ha aumentado "considerablemente" desde la reunión previa de fines de marzo, en particular tras los anuncios arancelarios realizados por Estados Unidos a inicios de abril y sus desarrollos posteriores.

"Esto ha llevado a una percepción negativa sobre el desempeño futuro de la economía estadounidense, junto con perspectivas de mayor inflación. En el resto del mundo, también se percibe que estos eventos y los conflictos geopolíticos tendrán efectos negativos en el crecimiento. Respecto de las presiones sobre los precios, podrían reducirse en aquellos países que no modifiquen su política comercial", observó el emisor.

Estos anuncios, continuaron los consejeros, se reflejaron en movimientos "significativos" de los mercados financieros globales, observándose episodios de "elevada volatilidad".

"Resalta la evolución de las tasas de largo plazo estadounidenses -que tuvieron alzas importantes durante abril- y el dólar, que no ha sido la habitual ante eventos de incertidumbre global en los que suele actuar como refugio. Esto, se diferencia con lo ocurrido en otras economías, donde se anotan caídas de las tasas de largo plazo en varias de ellas y movimientos mixtos de las monedas", señalaron.

Respecto de las bolsas, el Banco Central observó movimientos mixtos, destacando la caída en Estados Unidos y el aumento en América Latina. En este período, el precio del cobre en la Bolsa de Metales de Londres ha bajado en torno a 3%, mientras el precio del barril de petróleo (promedio WTI-Brent) ha caído cerca de 12%.

El mercado local también se vio afectado por la volatilidad internacional, enfatizaron los consejeros. "No obstante, desde inicios de abril, las condiciones financieras locales han mejorado, observándose una disminución de las tasas de interés de corto y largo plazo, una apreciación del peso y un alza de la bolsa. El crédito no muestra grandes cambios. La Encuesta de Crédito Bancario (ECB) del primer trimestre de 2025 sigue dando cuenta de una demanda débil en todas las carteras, junto con condiciones de oferta sin modificaciones", agregaron.

Al analizar la situación de la economía chilena, el ente autónomo recalcó que los indicadores de actividad continúan apuntando a un "mayor dinamismo reciente", en buena parte por el desempeño de sectores de oferta asociados a las exportaciones, acompañado de una recuperación gradual de la demanda interna.

En febrero, continuó, el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) se redujo un 0,1% anual (-0,5% mensual en la serie desestacionalizada), muy influido por el efecto calendario y el corte de suministro eléctrico de fines de ese mes, contracción que fue algo menor a la prevista, recalcó el banco.

"Por el lado de la demanda, distintos indicadores del consumo privado y de la formación bruta de capital fijo continúan sugiriendo un desempeño acorde con lo esperado. El mercado laboral sigue dando cuenta de holguras acotadas", agregaron los consejeros.

En marzo, la inflación total se ubicó en 4,9% anual, en línea con lo previsto en el último Informe de Política Monetaria (IPoM). La inflación subyacente, en cambio, fue algo menor que lo proyectado (3,7% anual), diferencia que se explicó tanto por la evolución de los precios de bienes como de servicios, aunque con la influencia de ítems puntuales en estos últimos, agregó el banco.

"Las expectativas de inflación a dos años plazo se han ajustado hacia 3%, si bien algunos indicadores siguen por sobre ese valor", cerraron los consejeros.

Recortes desde el segundo semestre

El coordinador macroeconómico de Clapes UC, Hermann González, explicó que “aún estamos en un escenario de alta incertidumbre, sin claridad de la evolución de los mercados y de la actividad económica”. Así, argumentó que la magnitud del efecto del conflicto arancelario “aún es incierta”, pero advirtió que ya se están viendo señales vía el aumento en la incertidumbre: “Va a tener un impacto negativo”.

González espera que el Banco Central baje la tasa en el transcurso del año, específicamente en el segundo semestre. Para un primer recorte de tasas, “junio o julio sería lo ideal. Esperaría que la TPM baje entre dos y tres veces en lo que queda del año”, dice.

Junto con valorar el mensaje de "cautela" del emisor, en Bci Estudios creen que se ha abierto un "mayor espacio" para retomar recortes de la Tasa de Política Monetaria, "especialmente hacia la segunda parte del año, cuando se harán ver con mayor claridad los efectos del escenario externo más complejo".

En Scotiabank, en tanto, interpretan que el Central "no da señales" de cambios en su escenario base para la TPM ante el leve aumento del PIB y la acotada reducción en la inflación respecto a la proyectada. 

"Este escenario considera dos recortes (septiembre y diciembre), no validando las expectativas contenidas en las tasas de mercado que incluyen cerca de tres recortes este año. En Scotiabank, mantenemos y suscribimos el escenario del BC donde el recorte sería en septiembre y no antes de que la Fed comience con su proceso de recortes", agregaron.

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