Continúan las mejores estimaciones para la economía nacional. Esta vez el Banco Mundial mejoró su visión para la actividad chilena este año: en su último informe, el organismo proyecta que en 2023 el Producto Interno Bruto (PIB) de Chile tendrá una caída de 0,7%, lo que significa una leve mejora desde su última estimación en enero, en la cual esperaba un retroceso de 0,9%.
En el reporte publicado este martes “El potencial de la integración, oportunidades en una economía global cambiante”, la entidad confirma que Chile será el único país de la región, a excepción de Haití (-1,1%), que tendrá un crecimiento negativo, mientras que en el caso de Argentina será de 0%.
Sin embargo, se espera que en 2024 la economía chilena retome su expansión con un avance de 2,1%, cifra que se mantendrá para 2025.
Para los países vecinos, el Banco Mundial proyecta que Bolivia crecerá 2,7% este año mientras que Brasil lo hará 0,8%, Colombia 1,1%, Perú 2,4% y Uruguay 1,8%.
En su conjunto, el organismo espera que América Latina y el Caribe crezca 1,4% en 2023, advirtiendo acerca de nuevos “vientos en contra” que provocan caídas en los precios de las materias primas, aumento en la tasa de interés en las economías desarrolladas e incertidumbre en cuanto a la recuperación de China.
Para 2024 y 2025 se estima que tendrá un incremento de 2,4%, cifras que el Banco Mundial considera “demasiado bajas para lograr progresos significativos en la reducción de la pobreza”.
El vicepresidente del organismo para América Latina y el Caribe, Carlos Felipe Jaramillo, alertó que si bien la región se recuperó en gran medida de la crisis de la pandemia, “lamentablemente ha vuelto a los bajos niveles de crecimiento de la década anterior”. Precisando que tanto la pobreza como el empleo han regresado mayormente a los niveles previos a la pandemia, mientras que se espera que la inflación promedio -sin Argentina- caiga a 5,0% en 2023.
Además, el informe hace énfasis en los desequilibrios fiscales, esperando que el endeudamiento de la región baje de 66,3% en 2022 a 64,7% del PIB durante este año, y advirtiendo acerca de los efectos que podrían tener las quiebras de bancos en Estados Unidos y Europa en los sistemas bancarios y flujos de capital.
“La región sigue siendo una de las menos integradas, mientras que la apertura comercial y la inversión internacional directa se han estancado o han disminuido en la mayoría de los casos durante los últimos 20 años; los países deben encontrar formas de ganar atractivo y aprovechar la tendencia hacia la relocalización de empresas”, dijo William Maloney, economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial.