En una semana los argendólares cayeron más de u$s220 millones

 En una semana los argendólares cayeron más de u$s220 millones

El drenaje diario de las reservas del Banco Central (BCRA) sumado a los ruidos políticos en el flanco oficial y opositor, la pesadez estomacal del canje anunciado de las tenencias de bonos en dólares de los organismos públicos por bonos en pesos, y el minué de la aprobación de las metas con el FMI tuvieron correlato en el ánimo de los titulares de depósitos privados en dólares (argendólares). La semana pasada era un secreto a voces la diáspora que se veía en los argendólares. Pero nadie quería agitar el avispero para priorizar la estabilidad en tan delicado momento. De ahí que en nada contribuyeron los dichos del expresidente Mauricio Macri, quien en medio de su road show tras anunciar que no jugaría en la próxima elección, alertó de que el BCRA estaba usando los depósitos en dólares de la gente. Lo que sin duda, o fue un exabrupto o una irresponsabilidad. Pero, qué hay de cierto de todo esto.

Los últimos datos del BCRA dan cuenta que el stock de los argendólares bajó a niveles de 16.160 millones de dólares, retrocediendo al existente a mediados de diciembre pasado. Según lo que muestran las estadísticas oficiales la sangría no fue significativa. Se fueron más de 220 millones de dólares. O sea, sólo un 1,3% del stock total. Sin embargo, lo que inquietó, y aún lo hace, por lo menos hasta que se conozcan los datos del cierre de marzo y el arranque de abril, es el ritmo de salida de los argendólares. Ya que en solo cinco jornadas se fueron 222 millones de dólares, es decir, a razón de 44 millones diarios. El día 29 parece haber habido un parate en la salida ya que hubo un registro de un aumento de 6 millones en el stock que lo llevó a 16.164 millones de dólares.

Cabe recordar que los encajes de los argendólares, es decir la porción de los depósitos que los bancos no pueden prestar, están en el BCRA y otro tanto bajo la forma de efectivo, o sea, billetes estadounidenses en las tesorerías de los bancos. A diferencia de lo ocurrido en el 2001 el sistema no solo tiene liquidez sino que no hay ningún tipo de descalce de monedas dado que la capacidad prestable que generan los argendólares solo puede canalizarse para satisfacer la demanda de crédito de los exportadores o empresas vinculadas, que de alguna manera tengan ingresos en divisas para responder al préstamo en dólares. De modo que el stock de argendólares no solo es una opción de ahorro para los residentes sino que constituye una oferta genuina de crédito en dólares a nivel local, en momentos en que el país no dispone ni de acceso a los mercados de capitales internacionales y las líneas de crédito comerciales externas siguen recortándose.

Vale señalar que la mayor parte de los argendólares pertenecen a personas físicas. Por ende cualquier ruido que inyecte incertidumbre en los ahorristas de argendólares no solo repercute en las reservas del BCRA vía los encajes sino en la oferta crediticia en dólares para los exportadores. ¿Qué miran entonces estos depositantes a la hora de tomar decisiones? Si el sistema tiene liquidez y no hay riesgo inherente al descalce de monedas, entonces a lo que prestan atención es al devenir del stock de las reservas netas del BCRA. Es decir, a algún episodio o acontecimiento que ponga en riesgo el hecho de que los activos del BCRA no alcancen para cubrir los encajes. Por ende, la reacción vista la semana pasada no escapa a la experimentada en otros momentos turbulentos o inciertos. Por eso es clave ver si la sangría se detiene o no.

Para tener una mera referencia, desde que asumió el actual gobierno el stock de argendólares se redujo en casi 1.900 millones de dólares. Incluso llegó a ubicarse por debajo de los 14.600 millones de dólares tras la salida de Martín Guzmán, la sucesión de Silvina Batakis y la llegada de Sergio Massa.

Recomendar A Un Amigo
  • gplus
  • pinterest
Commentarios
No hay comentarios por el momento

Tu comentario