La posibilidad de que el director del Servicio de Impuestos Internos (SII), Javier Etcheberry, saliera de su cargo en medio del escándalo por el impago de las contribuciones de una propiedad en laguna Aculeo en los últimos nueve años, siempre estuvo latente, tanto en los equipos de Hacienda como en el mismo servicio. Sin embargo, la situación el viernes tuvo distintos giros.
A mediodía, el anuncio del ministro de Hacienda, Mario Marcel, de que Etcheberry renunciaba a la prescripción y pagaría los nueve años adeudados en impuesto territorial (en lugar de los tres que dictaba la ley), fueron leídos como una salida que descomprimiría la presión sobre el ingeniero. Pese a todo, Marcel -quien ha sido el principal sostén del titular del SII en el Ejecutivo- no dio señales de si estaba o no confirmado en el cargo.Fue un poco más tarde, a las 15:00 horas de este viernes, que Etcheberry se reunió a puerta cerrada con Marcel y la subsecretaria de Hacienda, Heidi Berner, que había sido la encargada de analizar el dossier de antecedentes preparado por el director del SII, que incluía todas las gestiones que había realizado para que su propiedad fuera reevaluada por el Servicio, entre ellas, una tasación comercial de la propiedad que Etcheberry envió hace años al SII. En dicha cita se le trasmitió que del análisis de los antecedentes no se había detectado ninguna ilegalidades ni irregularidades en su actuar, sin embargo, había un tema de contexto político que se debía considerar y que por esta razón debería dejar el cargo. Etcheberry (78 años, ingeniero de la Universidad de Chile y PhD de la Universidad de Michigan) no estuvo de acuerdo y pidió hablar con el Presidente Boric. La conversación ocurrió de manera telefónica a última hora de la jornada. Diversas fuentes sostienen que el mandatario habría intentado persuadirlo para que renunciara con el objetivo de “protegerlo” y así evitar un mayor escrutinio público político sobre él y el mismo servicio, que terminara afectando el debate legislativo, más aún considerando la crispación que se genera en un año electoral. De vuelta, Etcheberry le habría manifestado su deseo de continuar en el cargo, insistió en que su actuar en este caso fue el correcto, que tenía una agenda intensa en el Servicio que incluía un fuerte foco en potenciar el management al interior de los equipos y que aún faltaba mucho por hacer en el combate contra la evasión y el crimen organizado. El Presidente habría insistido en su posición, Etcheberry se negó a renunciar y entonces acordaron que se le pediría la renuncia. La conversación terminó en buenos términos, agradeciendo la confianza de nombrarlo en el cargo que alcanzó a ocupar justo un año, pero en el que ya había estado entre los años 90 y 2002.A las 20 horas, comenzaron a circular versiones de movimientos en el SII. Y ya al filo de las 22 horas, se oficializó la salida de la autoridad, que se materializará el próximo martes 22 de julio. A cargo de forma subrogante quedará la subdirectora de Fiscalización, la también ingeniera Carolina Saravia. Junto a Etcheberry, La Moneda habría definido mantener a Saravia en el cargo, y que sea el próximo Gobierno el que empuje un nuevo concurso.El comunicado de Hacienda transmitió que la decisión fue tomada estrictamente por el Presidente. El ministro Marcel agregó que había una positiva evaluación de la autoridad, por el nuevo sello que estaba imprimiendo en Impuestos Internos, sobre todo por la lucha contra el crimen organizado. Muestra de lo anterior fueron las inusuales palabras de agradecimiento de Marcel a Etcheberry, cuya gestión calificó de “excelente”. “Es desafortunado que Javier deba dejar prematuramente la institución bajo las actuales circunstancias, pero no me cabe duda de que el principal recuerdo de su labor será su esfuerzo incansable por combatir la evasión y la elusión de impuestos, la aplicación de nuevas tecnologías a las tareas del servicio y el liderazgo sobre su institución”, dijo el ministro.Tolerancia cero en contribucionesTanto en La Moneda como en Teatinos 120 hay plena conciencia de que el tema contribuciones se tomó el debate, debido al incremento en los avalúos y las cuotas trimestrales que deben pagar las personas. Y sobre todo, por el efecto que esto estaba teniendo sobre los adultos mayores.Por lo mismo, la evaluación en Palacio fue que se requería coherencia en esta discusión y que era delicado tener en el cargo a un director del SII cuestionado justamente por no pagar sus impuestos territoriales.En este sentido, desde La Moneda sostienen que el mensaje que se está enviando con esta decisión es que habrá una política de “tolerancia cero” al impago de contribuciones e impuestos en general. Y que ni siquiera el mismo director de Impuestos Internos está ajeno a este criterio.Adicionalmente, si bien los antecedentes entregados por el director del SII a Hacienda y La Moneda cuadraban con su versión, se coincidió en que por la naturaleza del cargo el director estaba sujeto a una vara “más alta” que el resto de los contribuyentes. “El actuar de Etcheberry es el correcto para un contribuyente normal, pero él no es un contribuyente normal. Fue director del SII en el pasado y lo es ahora. La exigencia es mayor”, explica una fuente de gobierno.Para graficarlo, dos ejemplos: primero, Etcheberry podría haber renunciado a la prescripción de los tres años de pago de las contribuciones anteriores el primer día, y no el viernes cuando el escándalo ya estaba desatado. Segundo: hay actuaciones que Etcheberry pudo hacer y no hizo, como la utilización de un mecanismo simplificado para pedir la actualización del avalúo de su propiedad, como el disponible de manera digital -desde 2017- a través del formulario 2118 en el mismo sitio de Impuestos Internos. Factor electoralOtro tema que incidió en la decisión fue el escaso piso político con que quedó Etcheberry en el Congreso, en particular en la Cámara de Diputados, donde varios legisladores -incluso del oficialismo- pedían su renuncia.En La Moneda la lectura es que en un año electoral los parlamentarios “muestran los dientes” y son mucho más “agresivos” en su actuar, desafiando al Ejecutivo a través de proyectos de ley que no tienen la venia de Palacio. La eliminación de la UF y el fin del tope a la indemnización por años de servicio son muestra de lo anterior.Además, había una alta probabilidad de que los diputados activaran comisiones investigadoras o bloquearan la agenda tributaria del Gobierno a cambio de pedir la salida de Etcheberry, lo que también preocupó en Palacio.Además, el que la candidata oficialista, Jeannette Jara, solicitara públicamente la renuncia del titular del SII también fue un factor relevante. Coherente con lo anterior, el Gobierno sopesó que la tramitación de la nueva reforma tributaria que ingresará a la Cámara el lunes podría verse afectada al mantener a Etcheberry en el cargo.