El Tesoro de Brasil anunció este miércoles la emisión de un nuevo bono soberano a 10 años en dólares, volviendo al mercado externo después de más de un año y medio y midiendo el sentimiento de los inversores hacia las nuevas reglas fiscales propuestas.

El nuevo gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva dio a conocer la semana pasada sus planes para equilibrar los límites al crecimiento del gasto con promesas de fortalecer los programas sociales, impulsando a los mercados financieros locales preocupados por un posible aumento de la deuda pública.

Las tasas de interés de largo plazo en la curva de rendimiento de Brasil han bajado desde que el Ministerio de Hacienda presentó esa propuesta.

"Al mercado le gustó la discusión inicial sobre el marco fiscal y (el presidente del Banco Central) Roberto Campos Neto está bien considerado en el extranjero, por lo que el mercado ha reaccionado bien (a la nueva emisión de bonos)", dijo Luciano Feres, economista y presidente financiero de Somus Capital.

IFR, un servicio de Refinitiv, informó que "las conversaciones iniciales" para la emisión del nuevo bono apuntaban a un rendimiento de entre 6,50% y 6,625%. El gobierno dijo que los detalles de la colocación se darán a conocer más tarde el miércoles.

"El objetivo (es) dar continuidad a la estrategia del Tesoro Nacional de promover la liquidez de la curva de intereses soberanos en dólares en el mercado externo, proporcionar referencia para el sector corporativo y anticipar la financiación de vencimientos en moneda extranjera", dijo el Tesoro.

La operación será liderada por Bank of America, BNP Paribas y Morgan Stanley. La última emisión de deuda externa de Brasil ocurrió en junio de 2021 cuando recaudó 2.250 millones de dólares.

El gobierno de Lula prometió emitir un bono en moneda extranjera vinculado a criterios ambientales, pero dos personas familiarizadas con el asunto, que hablaron bajo condición de anonimato, dijeron que la emisión del miércoles no era el "bono verde" tan esperado.

Funcionarios del Tesoro dijeron a Reuters que es probable que el primer bono verde se emita en el segundo semestre del año, probablemente por hasta 2.000 millones de dólares y posiblemente se divida en dos tramos.

El presidente del Banco Central de Brasil, Roberto Campos Neto, afirmó este miércoles que los esfuerzos fiscales realizados hasta ahora por el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva son positivos y eliminaron el riesgo de una trayectoria de deuda "más desordenada" tras la presentación de un esperado marco fiscal.

En su intervención en un evento organizado por Bradesco BBI, Campos Neto subrayó, sin embargo, que no existe una relación mecánica entre la situación fiscal y las tasas de interés. Añadió que el factor crítico es cómo las medidas fiscales afectan a las expectativas de inflación y que el Banco Central evaluará cómo se desarrollará el proceso de aprobación en el Congreso del nuevo marco fiscal.

Campos Neto dijo que exigir al gobierno un ajuste muy grande del gasto debe hacerse "con más parsimonia", ya que Brasil no ha sido capaz de hacerlo en su historia reciente.

El presidente Lula criticó repetidamente al Banco Central y a su jefe por los elevados costos de los préstamos en medio de un enfriamiento de la inflación. La tasa de interés de referencia del banco se mantiene desde septiembre en el 13,75%, su nivel más alto en seis años.

Campos Neto declaró que, en el Comité de Política Monetaria (Copom), nada es una decisión política y que todos los aspectos considerados son técnicos.

En cuanto al debate sobre el aumento de los objetivos de inflación, subrayó que el Banco Central no cree que los responsables monetarios ganen grados de libertad con este cambio.

Campos Neto también afirmó que cualquier tipo de ruido, incluso sobre los objetivos de inflación, afecta a las expectativas de inflación. "Reducir el ruido es importante", dijo, y añadió que el Gobierno fija el objetivo de inflación, y es importante que el Banco Central refuerce que lo perseguirá.