La sesión del martes avanza y el declive del dólar se profundiza, después de que los agentes del mercado se tomaron a bien el reporte de precios al consumidor de julio en Estados Unidos, ya que no antagonizó con la idea de que la Reserva Federal estaría ad portas de retomar el alivio monetario.
La divisa estadounidense se hundía $ 15,1 hasta los $ 955,1 -mínimos de la sesión- al inicio de la tarde en Chile, después de registrar ayer un avance moderado que compensó su última caída semanal, según los datos de Bloomberg.
El peso chileno era la divisa emergente con mejor desempeño del día. El dollar index retrocedía 0,5% a 98 puntos y el rendimiento del Tesoro a dos años -sensible a lo que se espera de la Fed- perdía 4,2 puntos base (pb). Por su parte, el cobre Comex escalaba 2,1% a US$ 4,53 la libra.
“EEUU entregó datos en la línea de que, si bien no es una inflación sorpresivamente a la baja, lo que hace es confirmar que ya estamos prontos al inicio de las bajas de tasas. Con ello se amplían los spreads de las tasas locales con las americanas, y eso presiona al dólar a la baja", dijo a DF el gerente de trading de Fynsa, Gustavo Gallardo.
El peso chileno sobresale, por flujos de quienes además "esperaban algún atisbo de que la ampliación de reservas internacionales del Banco Central golpeara más al tipo de cambio", sostuvo el ejecutivo. En un análisis técnico, "no se pudo recuperar la zona de $ 960, hoy quedó instalado bajo esa marca, y por lo tanto lo más cercano que puede ir a buscar son los $ 950", observó.
Como se esperaba, el IPC general y la serie sin volátiles subieron 0,2% y 0,3% mensual en julio, respectivamente. En la comparación a 12 meses, el IPC mantuvo una variación de 2,7%, una décima por debajo de lo esperado, aunque el subyacente se aceleró a 3,1%, una décima sobre lo anticipado.
"El dato de inflación general resultó levemente mejor de lo esperado, lo que representa un avance en el proceso de normalización de los precios. Aunque el repunte en la inflación subyacente modera el entusiasmo, no se observan presiones inflacionarias preocupantes derivadas de las políticas económicas del gobierno Trump", dijo el head de estrategia de inversión en Sura Investments, Mauricio Guzmán.
"Los aranceles siguen siendo absorbidos en gran medida por los márgenes de utilidades de las empresas estadounidenses. Esto da espacio a la Fed para responder al debilitamiento del mercado laboral y recortar las tasas a partir de septiembre", destacó el economista jefe internacional de ING, James Knightley.
El mercado en la práctica ya da por hecho este próximo recorte, según los precios de futuros y swaps, y también una reducción adicional antes de que termine 2025. Más aún, contemplan un 40% de chance de que los recortes sumen 75 pb en lo que resta del año.
Según Knightley, "muchos precios acabarán subiendo con el tiempo debido a los aranceles, pero no creemos que las presiones inflacionarias persistan. Nos encontramos en una situación muy diferente a la de 2021 y 2022, cuando la inflación se disparó hasta 9%".
El economista hizo hincapié en que, contrario a lo visto en esos años, hoy los precios del petróleo, los precios de la vivienda, los alquileres y las contrataciones están contribuyendo a la desinflación, especialmente el enfriamiento en los costos de los arriendos, lo que ayudaría a contrarrestar el efecto de los aranceles.