Rehúye hablar de temas valóricos. Prefiere comentar lo que considera temas urgentes: seguridad, migración, economía. No ha incluido a la familia en la campaña. Marca alto en las encuestas. Y deja tiempo para ir al gimnasio, porque quiere proyectarse como un candidato con energía.
A Jara la vida le ha enseñado a ser pragmática, a entender que para avanzar hay que ceder, y que las banderas de la izquierda no pueden ser las mismas de antes. Ella sabe que el sueldo vital de $750 mil es una ilusión, pero sí tiene bien claro que a mayor riqueza, los sueldos tienen que ser mejores. Este es un recorrido por su historia, con claros y oscuros.
Era la favorita en esta elección hasta que se desplomó en las encuestas a mediados de este año. Su primera vez fue en 1992: con poca experiencia política se inmiscuyó en una sangrienta batalla de la derecha -que incluyó a Pinochet y Piñera- que terminó muy mal para ella. En 2013 optó por auto inmolarse por su sector. ¿Es la hora de Matthei?
Estuvimos con el líder del Partido de la Gente en el momento en que oficializó su tercera candidatura a la presidencia. Aquí hablan sus partidarios, asesores, cercanos y también algunos no tan cercanos.