Cuando terminó de hablar la jueza María Teresa Barrientos, la numerosa familia del exministro y exsenador UDI, Pablo Longueira, salió brevemente de la sala 202, del Edificio C en el Centro de Justicia, se abrazaron en círculo e hicieron una breve oración. Pero tuvo que pasar una hora más -cerca de las 14 horas- para que el hoy absuelto ex parlamentario expresara su sentir tras una década de juicios por el caso del financiamiento a políticos de parte de SQM. Admitió sentir "alivio, pero nada va a reponer el daño que le han hecho a mi familia".

"Lo dije hace 10 años frente a todo el país, soy inocente, soy un hombre honesto y esta que ha sido por lejos la peor batalla en mi vida y la gané", expresó Longueira, quien insistió en que "soy el político más revisado en Chile, el más perseguido, me allanaron, me persiguieron, entregaron pruebas falsas, mintieron".

En similar tono se manifestó el abanderado presidencial Marco Enríquez Ominami (MEO), quien fue defendido por los abogados Ciro Colombara y Aldo Díaz. A la salida del tribunal dijo que "me tuvieron, en verdad, 11 años encadenado, en un juicio en el cual no tenía nada que ver... tuve sistemáticamente que hacerme cargo de cosas de las que no podía hacerme cargo porque no existían". 

"El veredicto es brutal. No habían pruebas, las pruebas están mal presentadas, había vicios, Impuestos Internos fue utilizado políticamente (...) hubo una dilación inaceptable".

"Y esto se llama un escándalo de Estado de Estado", dijo el candidato, quien resumió que en estos 11 años han pasado "28 fiscales, 13 causas penales, 10 abogados del Servicio de Impuestos Internos, cinco abogados del Consejo de Defensa del Estado y $ 5 mil millones de todos nosotros. Es un escándalo de Estado y tendrá consecuencias", señaló MEO. "Esto no se va a quedar así", adelantó. 

Recomendar A Un Amigo
  • gplus
  • pinterest
Commentarios
No hay comentarios por el momento

Tu comentario