Valoración y preocupación fueron algunas de las reacciones que generó entre gremios empresariales de regiones la presentación del plan “Calles sin Violencia” del Gobierno, que en una primera etapa de intervención contempla un despliegue en las 30 comunas con mayores índices de delincuencia y, de ellas, se privilegiarán diez: Santiago, Puente Alto, La Pintana, Lo Espejo, Valparaíso, Los Angeles, Concepción, Copiapó, Iquique y Arica.

Si bien este tipo de iniciativa para afrontar la delincuencia se ha impulsado en gobiernos anteriores -como fue el plan “Calle Segura” durante la administración del Presidente Sebastián Piñera-, entre los comerciantes se perciben como más urgente ante los delitos de mayor connotación social que se han sucedido en lo más reciente.

La presidenta de la Cámara de Comercio de Concepción, Sara Cepeda, destacó la adopción de medidas concretas para poder reducir los niveles de violencia que advierte está viviendo la ciudad. Y agregó que esto lo entiende como “un trabajo mancomunado”, donde tienen que participar todas las instituciones, Carabineros, PDI, la municipalidad de Concepción y las empresas privadas “para poder contribuir a recuperar los espacios públicos que pertenecen a toda la ciudadanía”.

Lo central, subrayó, es que los comerciantes puedan trabajar de forma tranquila y segura. “No sacamos nada de poder activarnos económicamente si no tenemos seguridad”, opinó.

De todas formas, recalcó que “no es suficiente” el primer despliegue que se implementará en el país. “No se sabe todavía cuáles son las cuadras que van a ser intervenidas considerando que en el casco histórico tenemos 54 galerías comerciales”, dijo.

De hecho, al presidente de la Cámara de Comercio de Valparaíso, José Pakomio, le preocupan lo que a su juicio son las contradicciones en este tema. “Creo que eso no puede ocurrir cuando hablamos de seguridad. El mundo privado ha demostrado tener mucha voluntad en avanzar con iniciativas que busquen mejorar la seguridad de las comunas (…) sin olvidar la cuantiosa inversión en herramientas de seguridad privada que hoy día el comercio invierte”, señaló.

Restaurantes y turismo

Desde la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), su presidente, Máximo Picallo, sostuvo que el plan “es el comienzo de lo que hay que hacer (…) nos interesa que volvamos a tener un país en tranquilidad. Muchos restaurantes están cerrando más temprano justamente por el tema de seguridad, hay barrios en el casco histórico de Santiago donde los restaurantes no abren en la noche”.

Afirmó que este sector ha sido uno de los afectados por el aumento de la delincuencia y la violencia en las calles del país. Una de las razones es el problema para el funcionamiento nocturno de los locales: “Nos afecta, porque las personas tienen más temor de salir de noche a comer (…) de que te hagan una encerrona en un auto, y hemos tenido restaurantes que han sido víctimas de delitos cuando están cerrados”.

A su juicio, la situación es mucho más compleja en algunas comunas. “El despliegue es insuficiente (…) no lo veo como una solución. La solución tiene que ser a nivel país. La delincuencia no es un fenómeno estático”, sostuvo.

La presidenta ejecutiva de la Federación de Empresas de Turismo en Chile (Fedetur), Helen Kouyoumdjian, señaló que como industria valoran los esfuerzos que está haciendo el Gobierno para enfrentar los altos índices de delincuencia que afectan al país y resaltó la importancia de este plan para el turismo nacional: “Tuvimos varios episodios durante el verano que afectaron a turistas tanto nacionales como extranjeros. Situaciones que dañan la imagen de país seguro como destino turístico, imagen que debemos preservar, porque una vez que se pierde es muy difícil recuperar”, indicó.

Este jueves la Cámara Nacional de Comercio (CNC) abordará la temática del crimen organizado, el que contará con la participación del presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio, Ricardo Mewes.

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