Atención inversores: ¿se acerca la última suba de tasas de interés de la Fed?

 Atención inversores: ¿se acerca la última suba de tasas de interés de la Fed?

Periodista: ¿Qué tan cerca estamos del final de la saga de suba de tasas? Después de ver el informe de empleo, y la creación de 236 mil empleos en marzo, es difícil pensar que la Fed no quiera aplicar paños fríos. Por otro lado, el estrés de los bancos disminuye y el contagio se contuvo. Ya nos ganamos el sorteo de la próxima suba de tasas en mayo, ¿o no? Pero, ¿podrá ser la última? ¿Con la economía sumando tantos puestos de trabajo flamantes, mes a mes? ¿Con la tasa de desempleo en 3,5%, un punto entero por debajo de la proyección de la Fed?

Gordon Gekko: Estamos a un paso de dar las hurras. La inflación de marzo hasta permitiría una pausa. Si no es así y se complica en abril, podrán ser dos pasos.

P.: La tasa de fed funds se ubica hoy en 5%. Llegaría a 5,5%.

G.G.: Tal cual. Pero estamos más cerca de que la Fed se tome un respiro en una reunión que de dar dos pasos en ocasiones consecutivas.

P.: ¿Por qué?

G.G.: La Fed ya está en el vecindario donde quiere fijar residencia. Existe una voluntad compacta de instalarse en 5,25%. De 18 opiniones que pesan en el mapa de puntos, una sola preferiría no moverse de 5%. Y solamente cuatro consideran que será conveniente ir más allá de 5,5%.

P.: Se insiste en que la política monetaria es dependiente de la data.

G.G.: Mucho más ahora que cuando las tasas eran irrisorias y la inflación superaba con holgura 7%. En la primera mitad de 2022, la suba era inevitable porque se corría muy de atrás. Pero el banco central tampoco ignora que sus decisiones tienen efectos que se despliegan con rezago. En otras palabras, no hemos visto todavía todas las consecuencias del alza que ya se realizó. En algún momento, usted ya no precisa aumentar la intensidad del fuego. Debe evitar la tentación y dejar que la cocción se complete sin intervenir o corre el riesgo de arrebatarla.

P.: Y nos arrimamos ya al punto de inflexión.

G.G.: Esto es prueba y error. El golpe avisa. Tener que cerrar dos bancos, SVB y Signature, es un mojón en el recorrido. Si la banca corta el crédito por su cuenta será llovido sobre mojado. La Fed podrá apretar menos.

P.: John Williams, el presidente de la Fed de Nueva York, dice que no ve una conexión directa entre la suba de tasas y los colapsos bancarios.

G.G.: El ajuste monetario es el telón de fondo. Eso es innegable. La expansión de la cantidad de dinero que avanzaba a un ritmo de 25% en 2021 se desacelera abruptamente y se torna negativa en la segunda mitad del año pasado. Los depósitos bancarios comienzan a caer a partir de junio. La curva de rendimientos se invirtió, las tasas cortas se elevan por encima de las largas, y el descalce de duración pasa factura. Todos los elementos que precipitan el final de SVB y Signature se disparan pari passu con la tarea astringente de la Fed. El sistema bancario soportó la transición y las dificultades son la excepción y no la regla. Pero ahora se debe computar el riesgo de una contracción del crédito (visible desde febrero, un poco antes de las turbulencias). Es una razón nueva para ir pensando en desensillar. Después de todo, el halcón más feroz de la Fed, quién estaría conforme con una tasa en 6%, es un ave solitaria. Ayer Austan Goolsbee (Chicago Fed) abogó por “prudencia y paciencia”. Por ahí va la mayoría.

P.: Visto así el final de la suba de tasas está al caer.

G.G.: Estamos cerca de una pausa exploratoria. Me refiero a una reunión en la que se decida no tocar nada, y seguir pendiente de la data.

P.: Un recreo puede no ser el final del proceso. ¿Cómo saberlo? La inflación puede rebotar y exigir retomar las alzas.

G.G.: La semana pasada, el Banco Central de Australia estrenó esa maniobra. Fue su primer paso al costado desde que comenzó la saga. Y vino acompañado de esa advertencia concreta. Se dejó asentada la convicción de que probablemente haya que practicar algún retoque extra más adelante. Que el mercado lo crea es otra historia.

P.: No lo interpreta así.

G.G.: No. Comenzará a especular con las bajas de tasas. Automáticamente.

P.: En enero, Canadá fue el pionero en suspender la dinámica de aumentos sucesivos de tasas. Y no volvió a tocarlas.

G.G.: Corea del Sur lo copió en febrero. Y también se mantuvo al margen desde entonces. Por supuesto, las decisiones son nacionales y muy específicas. Pero la inflación es un azote universal, y los interrogantes básicos son los mismos para todos. Las políticas estarán muy correlacionadas por un buen tiempo todavía. Y ya son tres los bancos centrales que prefieren apearse para “ver y esperar”.

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