“La circularidad como base de un sistema sustentable”, fue el nombre que tuvo el tercer panel de una nueva edición del ciclo Ámbito Debate, que abordó la sustentabilidad desde distintos aspectos.
Con Estefanía Pozzo como moderadora, disertaron al respecto Marina Arias, directora de empresas y alianzas de Sistema B, y Francisco “Pancho” Piñero Pacheco, Presidente de la Asociación de Alimentos a base de plantas.
Uno de los primeros tópicos abordados, estuvo referido a la manera en que se aborda actualmente esta agenda y cómo las empresas deben adaptarse a esta realidad. Piñero Pacheco sostuvo al respecto: “La sustentabilidad, el compromiso con el medioambiente, nos atraviesa de manera personal. Las nuevas camadas de emprendedores ya piensan de esta manera. Y así tratamos de hacer los negocios”.
Pero, más allá de la convicción personal de muchos emprendedores y empresarios, hay otro factor que Piñero Pacheco definió como fundamental: “El mercado”: “Las nuevas generaciones están muy comprometidas con el medioambiente. En función de ese interés, las empresas en general están atentas a esas demandas. Eso se percibe y se premia en el mercado. En Argentina pasa, está ocurriendo y todos lo celebramos. Es, primero, por un tema vocacional, pero también porque lo demandan tus clientes”.
Por su parte, Arias remarcó que la sustentabilidad tiene que ver con “pensar la economía de otra manera”. “Tiene que ver con cómo fuimos educados, en esto de maximizar la rentabilidad y a dónde nos condujo todo eso. Todas las personas tenemos propósitos, hacemos las cosas por algo. La cuestión de maximizar los beneficios para unos pocos, no tiene mucho sentido para los jóvenes de hoy. La oportunidad de entender que la economía y el consumo puede ser de otra manera, que se pueden tomar decisiones pensando en otras personas y con el planeta en el centro. Entonces, seguramente tomaremos otras decisiones. Proponemos ese cambio en la mentalidad. Definitivamente, el mercado acompaña esto. Se ve claramente en la búsqueda y retención de talentos. En el consumo y en leyes internacionales, que siguen subiendo la vara”.
El mercado, o los consumidores, en este caso, es un público que crece y que está traccionado, sobre todo, por las nuevas generaciones. “Desde el sector de alimentos a base de plantas miramos mucho lo que sucede en otros países. En algún momento, los primeros consumidores eran activistas o veganos. Pero el driver de consumo más fuerte son los millennials que están dejando de consumir proteínas animales, teniendo en cuenta que la producción es cara. La gente no deja de consumir porque no le gusta la carne o por un tema de salud. Tiene que ver con la concientización. Entonces, todo empieza a hacerse en torno a eso, desde la comunicación hasta los paquetes de nuestros productos”, explicó Piñero Pacheco.
Por su parte, Arias explicó cuál es el objetivo y cómo funciona Sistema B, resaltando la importancia de la función del triple impacto: “Triple impacto es poner en la misma dimensión lo económico, lo social y lo ambiental. Nosotros evaluamos a las empresas por su éxito en estas instancias. Es difícil caminar en ese sentido: a veces es por las buenas, respecto a la convicción que se tiene por ese tema. Pero a veces hay leyes o normas que respetar”.
“¿Qué hacemos desde Sistema B en particular? Nuestro gran agente de cambio, lo que accionamos, es con las empresas. Porque la empresa impacta de muchas maneras, con su cadena de valor, desde muchos lugares, entonces acelera los cambios. Nosotros tenemos una herramienta de gestión. Nos permite tener la foto de nuestra empresa para verla de una manera que no solemos verla. Se analiza la organización en 360 grados”, remarcó Arias.
Y concluyó: “Lo que permite la evaluación de impacto B es hacernos preguntas que nunca se hicieron a muchas empresas. Que se transformen en procesos dentro de las compañías. Y propone muchas actividades que impactan en la gestión”.
