Armar rompecabezas es sin duda una de las actividades que tiene grandes impactos positivos en el funcionamiento del cerebro. Si bien muchos creen que está destinado para niños, es un ejercicio ideal para los adultos.
El rompecabezas incentiva a la concentración ya que es esta es indispensable para encontrar y acomodar las piezas. Este ejercicio, por lo tanto, aumenta la capacidad de enfoque en una tarea.
Separar las piezas por colores y las de las orillas es sólo el inicio, ya que armar un rompecabezas lleva tiempo. Así que este hecho, simple en apariencia, contribuye a desarrollar la paciencia.
La concentración que se le pone al armado del rompecabezas hace que la respiración se regule. Entre más se disfrute esta actividad disminuirá el estrés.
Recordar la imagen que se va a construir es esencial. Por eso los rompecabezas son muy útiles para incrementar la memoria, especialmente, la visual.
Aunque el rompecabezas sea un juego, en esencia tiene las mismas características que cualquier problema en la vida cotidiana. Para hacer frente a cualquier dificultad es preciso observar, identificar el problema, comparar y encontrar una solución.