El Juzgado Federal de Instrucción Nº2 de la Provincia de Corrientes, junto con personal del SENASA, realizará este miércoles, una tercera ronda de testeos en la granja Santa Ana, ubicada en el kilómetro 6 de la Ruta Provincial Nro. 43. El pasado 4 de abril se analizó una muestra del establecimiento que dio positivo de gripe aviar, por lo tanto -siguiendo los procedimientos sanitarios correspondientes- el SENASA ordenó el sacrificio de cerca de 200.000 ejemplares. Desde la empresa se negaron a aceptar la detección de la enfermedad e indicaron que “el procedimiento jamás se realizó” y por tanto no podría haber un caso positivo.
Como la empresa decidió judicializar la decisión del SENASA para evitar la matanza de sus aves, lo que pondría en riesgo la sustentabilidad económica de la pyme que emplea a más de 150 familias, la Justicia Federal resolvió realizar una segunda muestra en la granja, la cual arrojó un resultado negativo, es decir, sin presencia de influenza aviar.
Daniel Enciso es parte de la familia dueña de la pyme avícola y, en diálogo con Ámbito, explicó que desde el organismo sanitario enviaron un kit con hisopos para tomar muestras y "por teléfono un veterinario de SENASA le pretendía explicar a nuestra veterinaria que se ocupa de la inocuidad de la producción, cómo hacer un hisopado branquial en las aves. Mi padre, que también es veterinario propuso hacerlo pero como sufre de una enfermedad terminal se descompensó y esas muestras no se tomaron. A pesar de la confusión interna se enviaron los kits para ser analizados. No hubo nadie de SENASA presente, todo fue por teléfono. Eso fue lo que le explicamos al juez y por eso no entendemos cómo pueden tener un resultado positivo, además nos parece muy inconsistente que en un tema de salud pública los kits se envíen vía ómnibus desde la terminal local rumbo al Laboratorio del SENASA. Para ser concreto, los hisopados siempre estuvieron a 200 metros de los galpones donde están las aves”.
Según Enciso, el organismo sanitario los intimó a no comercializar nuestra producción y al mismo tiempo sugirió ampliar los centros de stocks, sin embargo, “no vino nadie para resolver el tema de los depósitos. Hoy nuevamente tenemos producción y tenemos que resolver qué hacer con alrededor de 150.000 huevos que se ponen cada día que pasa”.
En diálogo con Ámbito, la Presidenta del SENASA, Diana Guillen, explicó que a partir del resultado positivo “se aplicó el plan de contingencia recomendado por la Organización Mundial de Salud Animal”.
Al ser consultada por la realización de la primera toma de muestras, Guillen detalló que “se les entregó al dueño de la granja y la veterinaria del establecimiento los hisopados cerrados para que se haga la muestra, se labró el acta correspondiente, se precintó en una caja y con la firma de nuestro veterinario se envió al Laboratorio del SENASA. Lo que encontramos luego de realizar la prueba de PCR es el virus de influenza aviar. A partir de ahí es un caso abierto, activo y actuamos según procedimientos internacionales”.
El punto clave es que, según los protocolos, un médico veterinario de SENASA debe realizar o supervisar la toma de muestras y eso no ocurrió. Según Guillen, “en la práctica los establecimientos privados prefieren que no ingrese un funcionario del organismo sanitario porque podría ser una fuente de contaminación”. Guillen confirmó que “en este caso no supervisó y estaba afuera esperando que se haga el procedimiento”.
Ahora, con el caso judicializado, la autoridad es la Justicia y el juez de la causa dispuso que este miércoles se realice la toma de la tercera muestra en la que no solo se va a analizar ARN viral sino también anticuerpos en los animales para saber si estuvieron en contacto con el virus”.
A pesar de las irregularidades, Guillen asegura que “el virus estaba adentro de la granja. De algún lado se contamino, porque recibieron sellados los hisopos y los devolvieron con el virus. Si no hisoparon como correspondía o lo que fuere, en la manipulación de los hisopos, se contaminaron”.
Otra posibilidad que está bajo estudio indica que se podría tratar de un caso en el que no hay síntomas de la enfermedad en las aves pero sí hay casos positivos, lo cual sería una rareza. El tema pasaría a ser de debate científico ya que habría que determinar si las aves pueden tener inmunidad al virus, como si estuvieran vacunados. Sobre este tema, Enciso expresó que “el SENASA quiere hacer otro tipo de test, como el de anticuerpos, porque quieren tratar de salvar su credibilidad, no hay nada más seguro que el PCR y a nosotros nos dio negativo”.
Ya pasaron los 14 días de cuarentena que había dispuesto la Justicia y no hubo mortandad de aves, como sí ocurrió en el resto de los casos detectados con anterioridad en distintos puntos del país.
