Nicolás Carrizo, uno de los acusados en la causa en la que se investiga el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner continuará en prisión. La Cámara Federal de Casación Penal confirmó el rechazo al pedido de arresto domiciliario que había hecho su defensa.
Los jueces Guillermo Yacobucci, Alejandro Slokar y Angela Ledesma rechazaron un último recurso de la defensa y dejaron firme la resolución por la que no se hizo lugar a la detención domiciliaria de Carrizo.
Carrizo, sindicado como el jefe de la banda que vendía copos, está separado del resto de la población en la cárcel en resguardo de su integridad física.
El tribunal ponderó especialmente que se trata de un caso de “gravedad institucional” y el reclamo de la querellante Cristina Kirchner para que se amplíen las declaraciones de Carrizo y los otros procesados para avanzar en la investigación.
Los magistrados remarcaron que los jueces de la anterior instancia destacaron que la expectativa de pena y la gravedad de los hechos investigados “resultaban indicadores de entidad suficiente para el mantenimiento del encierro cautelar, debido a que incrementaban el peligro de fuga”.
“Lucen también razonables en esta etapa los indicadores de entorpecimiento en la investigación contemplados a la luz del trámite actual de la petición de la querella para ampliar la indagatoria de Carrizo y otros consortes de causa, los que impiden, al menos por el momento, desechar la posibilidad de obstaculización de la prueba”, advirtió el camarista Yacobucci, voto al que adhirió su colega Slokar.
La jueza Ledesma adhirió a la solución propuesta por sus colegas al considerar “que las especiales circunstancias del caso aunadas a las características propias de la maniobra imputada, permiten inferir un grado de peligro procesal”
Los jueces advirtieron que “existen dudas razonables sobre la relación entre el imputado y su pareja, a quien propuso como garante para la concesión de la medida morigerada pretendida”
El fallo destaca que del informe socio ambiental se desprende “un vínculo endeble entre ambos por cuanto en el celular de Carrizo “(…) no se encuentran registros telefónicos de contactos, de llamados ni de mensajes”; “(…) la convivencia se encontraría en una etapa incipiente, la que se habría desarrollado por algunos días previos a su detención” y “(…)la relación dataría de hace poco más de un año, la que habrían mantenido en reserva de sus entornos sociales y familiares(…)” .
En la audiencia ante el tribunal, la defensa sostuvo que es falso que no existe registro de mensajes y llamados entre ambos pues se encontraba agendada con un apodo. Sin perjuicio de ello, la justicia concluyó que no aportó elemento alguno que permita respaldar sus dichos.
Por otra parte, la defensa aludió -en la mencionada audiencia- a los hijos del imputado y a su hermano discapacitado. Sin embargo, del informe socio ambiental se observa “la carencia de un vínculo sólido con sus hijos y su hermano, extremos que adunan a los inconvenientes para sustentar la medida pretendida”.
El propio Carrizo ha manifestado que los encuentros con el niño de 7 años eran esporádicos, visitándolo con una frecuencia de una o dos veces al mes, y respecto de su otro hijo de 5 años relató que la última vez que lo habría visto sería en julio de 2022.
En esa línea, en el informe se concluyó que “El vínculo que mantendría con sus hijos, quienes quedarían ambos al cuidado materno, parece haber sido inconstante, situación que fundaría en la relación problemática con sus ex parejas, de quienes se encontraría desvinculado en el presente”.