Es probable que hayas visto fotos generadas por bots, cómo la del Papa Francisco con una campera puffer o la de Donald Trump detenido por la policía. Con la creciente ola tecnológica de IA en diversos ámbitos, es cada vez más importante saber si una imagen ha sido creada por un humano o por una máquina.
Hoy en día, existen varias técnicas, entre ellas el uso de redes neuronales generativas (GANs), que se entrenan a partir de un conjunto de imágenes para crear nuevas imágenes similares. También, se utilizan técnicas de transferencia de estilo que mezclan elementos de distintas imágenes para crear nuevas.
Estos algoritmos son capaces de crear fotos de alta calidad y muy realistas, aunque en ocasiones, presentan ciertas detalles que permiten su identificación.
Las fotos pueden presentar algunas características que permiten su identificación fácilmente. Por ejemplo, pueden mostrar una excesiva nitidez, falta de coherencia en los detalles, patrones repetitivos o inusuales que no se corresponden con la realidad.
Es posible que algunas partes de la imagen sean distorsionadas o borrosas, lo que sugiere que la IA no ha podido "rellenar" los detalles.
Existen diferentes herramientas y técnicas identificar éstas imágenes adulteradas. Se pueden analizar las propiedades estadísticas, como la distribución de los colores o la presencia de patrones repetitivos. También, se pueden utilizar algoritmos de aprendizaje automático para detectar ciertas características propias de las imágenes generadas por Inteligencia Artificial.
Es importante identificar cuáles son las imágenes reales y cuáles las fakes porque podrían significar problemas que van desde lo legal hasta lo ético.