En nuestro planeta existen todo tipo de creadores e investigadores que se dedican a responder incógnitas y a hacer productos que nos sorprendan. Desde pintores increíbles hasta artistas con sus obras más locas. En esta ocasión Ámbito Financiero te trae al hombre que creó un perfume con olor a la Luna.

Se trata de Michaël Moisseeff, quien se considera un "escultor de fragancias". Como doctor en biotecnología del Instituto Nacional Politécnico de Toulouse, se aventuró a crear un perfume con el aroma de la Luna, sin embargo, el resultado fue desagradable, incluso repulsivo.

Este hombre de 66 años, con estudios en genética, ha pasado su vida investigando los secretos del sentido del olfato y creando todo tipo de aromas, fragancias y olores a partir de moléculas. Según Moisseeff "un olor es cuando una molécula se une a un receptor en la mucosa olfativa, generando una señal que provocará una sensación".

Asimismo, cabe destacar que el ser humano posee unos 260 receptores olfativos. Esto quiere decir que en uno de los sentidos más sensibles de nuestro organismo.

Moisseeff comparó su proceso creativo al de un pintor, pero en lugar de colores, utiliza elementos naturales para crear sus fragancias. Para recrear el olor de un bosque, por ejemplo, él primero hace una evaluación detallada del lugar, identificando los distintos componentes como musgo, líquenes y humedad.

Luego, selecciona y combina los elementos necesarios para crear una fragancia que reproduzca lo más fielmente posible el aroma del lugar.

En ese sentido se inspiró en los recuerdos de los astronautas que habían pisado la Luna para crear su perfume. Basándose en las memorias y entrevistas de Buzz Aldrin, Charlie Duke y Gene Cernan, logró recrear el olor lunar en su fragancia.

Según las declaraciones de Aldrin, la Luna olía a carbón quemado, mientras que Duke describió el aroma como a pólvora. Cernan, por su parte, comparó el olor con el de una carabina recién disparada.

En ese sentido Moisseeff hizo su trabajo. Experimentó con pólvora negra en su laboratorio y, después de varios intentos, logró crear una fragancia peculiar con notas metálicas, sulfurosas y carbonosas que evocaba el olor de la Luna.