El auge de las criptomonedas trajo consigo un debate sobre el impacto que pueden generar en el medio ambiente. Por eso, a la hora de optar por una de estas monedas digitales es interesante también que sepas las implicaciones ambientales de cada una de las opciones.
Un intento por concientizar respecto del impacto que pueden tener las criptomonedas fue encabezado por Greenpeace. La organización unió fuerzas con el activista del arte Benjamin Von Wong para organizar una campaña cuyo objetivo es hacer la transición del método de consenso de Bitcoin a un modelo de Proof-Of-Stake (PoS) más ecológico.
El consumo de energía, el hardware de minería y el apoyo a la energía verde son tópicos que al día de hoy se encuentran en el centro de la atención por parte de la industria de las criptomonedas.
De hecho, hay casos como la minera estadounidense Terawulf, que se encuentra haciendo una transición hacia instalaciones de energía nuclear, para minimizar el impacto ambiental de las criptomonedas.
Bitcoin, la más reconocida criptomoneda, utiliza el mecanismo de consenso de Proof-Of-Work (PoW). Implica que los mineros deben resolver problemas matemáticos complejos para validar transacciones.
El problema de ese proceso es que consume grandes cantidades de energía. Eso sumado al uso de hardware de minería ASIC especializado, de gran impacto, llevó a generar incluso mayor preocupación en términos ambientales.
Por otra parte existe, por ejemplo, Monero, otra criptomoneda PoW, pero que utiliza el algoritmo RandomX. Esta moneda digital se enfoca en la minería de CPU, es decir, utiliza computadoras domésticas, no las grandes granjas mineras ASIC que utiliza Bitcoin.
De esa forma, Monero logró un sistema más más descentralizado y que logra reducir el consumo de energía y la producción de desechos electrónicos.
Otro modelo es el de Cardano, que utiliza el mecanismo de consenso de Proof-Of-Stake (PoS). Por lo general, es más eficiente energéticamente que PoW.
En PoS, los participantes validan las transacciones en función de la cantidad de criptomonedas que poseen y están dispuestos a “participar” como garantía. El mecanismo de staking de Cardano no requiere ceder la custodia o arriesgar los activos staking, lo que lo hace único entre las criptomonedas PoS.