Alternativas de financiamiento para las pymes en un contexto de tasas elevadas por avance inflacionario

 Alternativas de financiamiento para las pymes en un contexto de tasas elevadas por avance inflacionario

Tras un 2022 con 94,8% de inflación y una proyección para 2023 cercana al 80%, las pymes están literalmente “cansadas”, tanto los empleados como también sus directivos estresados por la situación actual, que tienen que luchar día a día para ser solventes y rentables en el tiempo, como así también sostener los puestos de trabajo ante el avance de las paritarias. Primero fue la pandemia lo que las afecto (muchas pymes tuvieron que sobre endeudarse para sostener el nivel de empleo con caída en el nivel de actividad), pero luego apareció la alta inflación (aunque con recuperación económica).

Uno de los problemas que más destacan las pymes es la “falta de financiamiento” en este contexto de alta inflación. La política del banco central de sostener la emisión de LELIQ y hacer que los bancos le den sus sobrantes de liquidez en lugar de dárselo a las empresas, restringe fuerte el consumo y la producción de bienes y servicios. Como política monetaria, es una herramienta que debe utilizar el banco central para luchar contra la inflación, pero por el otro lado afecta a la actividad económica.

La falta de financiamiento más la alta inflación en pymes afecta a trabajadores y dueños. Primero se reconoce que desgasta a los equipos de trabajo, falta gente con ganas de trabajar y se hace difícil motivar a los recursos humanos con un salario en pesos que se deprecia todos los meses, aunque se necesita sostener el nivel de empleo para mantener equipos de trabajo que sean productivos y conduzcan al éxito de la organización. Las empresas son “altamente vulnerables” a la alta inflación dado que muestran menor capacidad de negociación con clientes y proveedores, así como “menor acceso al financiamiento”.

Para ayudar a las pymes se necesita la implementación de políticas económicas que fortalezcan el crecimiento y la inversión, para incrementar en consecuencia la producción de bienes y servicios que necesita la economía para absorber el dinero disponible. La riqueza que produce Argentina solo será valorada, si se reinvierte en el país.

Ante el elevado costo de los prestamos financieros que ofrecen los bancos a las pymes, hoy se deben analizar diferentes alternativas de financiamiento. Vamos a repasar algunas de las que se pueden utilizar hoy:

La inflación actual no puede frenar a las empresas, sino que les debe permitir “reinventarse”. Hay que acostumbrarse a convivir con alta inflación en Argentina, y a buscar la “ingeniería financiera” necesaria para poder sobrevivir, y ser rentables y sustentables en el tiempo. Hoy no es un buen momento para tomar prestamos financieros en bancos, dada la alta inflación y por ende las tasas nominales que ofrecen las entidades financieras para financiarse. Mas allá del sistema de amortización que elijan las pymes (francés o alemán) hoy no es recomendable tomar un préstamo.

Una empresa existe para “ganar dinero”. Pero a su vez, necesita el financiamiento adecuado para asegurar la continuidad de operaciones en el tiempo. Si el costo financiero aumenta, afecta directamente a la rentabilidad. Minimizar ese costo a través de las alternativas de financiamiento actuales presentadas, va a permitir a las pymes sostener los puestos de trabajo de sus empleados y buscar sobreponerse a la inflación. Con cierta holgura financiera y recomposición de márgenes de rentabilidad a través de inversión en activos fijos, se puede salir adelante.

En algún momento la inflación va a ceder, el banco central va a poder relajar su política monetaria y el costo de financiamiento para las empresas va a mermar. Hay que ser pacientes como empresarios y entender que la economía es “cíclica”.

Consultor en Economía y Finanzas (@omar_de_lucca)

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