El agua no baja: habrá más planteles con clases a distancia y semipresenciales

El Ministerio de Educación dispuso ayer el inicio de clases en la modalidad a distancia en 262 planteles escolares y semipresenciales en otros 181, de los 1.311 que sufren afectaciones estructurales o funcionales por las intensas lluvias y el sismo de marzo pasado en Balao.

El pasado lunes 24 de abril, fecha oficial fijada para el inicio de clases en el régimen de Costa para el periodo 2023-2024, Educación había ordenado que 779 pospusieran la vuelta a las aulas hasta el 2 de mayo, a la espera de que descendieran las aguas. Y que en 95 planteles donde se iban a realizar intervenciones para reparar o reconstruir su infraestructura, comenzaran las actividades académicas en modalidad a distancia.

Pero, lejos de ceder, el agua ha aumentado o en otros casos, permanece ya por casi dos semanas cubriendo zonas rurales de los cantones Daule, Salitre, Santa Lucía, entre otros. De allí que solo una parte de los 779 locales pudiera comenzar ayer las clases de manera presencial.

“Algunas instituciones educativas no han podido iniciar hoy (ayer) las clases porque el agua no ha bajado y siguen inundadas”, dijo a EXPRESO la ministra de Educación, María Brown, consultada durante el lanzamiento de una campaña de vacunación infantil en una unidad educativa de Guayaquil.

La cartera de Estado compartió después las cifras actualizadas de locales afectados, divididos en 1.121 por las lluvias y 290 por los sismos de marzo y abril. Por provincias, Guayas es la que tiene más locales: 520, casi la mitad del total.

En la parroquia Junquillal, del cantón Salitre, en la escuela fiscal de ingreso a esta localidad, la ‘Dr. Otto Arosemena Gómez’, las clases presenciales siguen suspendidas porque el agua aún cubre los exteriores, el patio y las aulas del plantel.

“Esperamos que bajen las aguas para que nuestros hijos, puedan asistir. No queremos clases virtuales, ahí no aprenden, presencial sí”, sostuvo Rocío, madre de familia de alumnos de la citada escuela.

En el vecino cantón Daule, la parroquia El Laurel y sus veinte recintos continúan inundados en su totalidad desde hace doce días por el desbordamiento del río Pula y los aguaceros caídos hasta el fin de semana.

"Nos estamos acostumbrado a vivir bajo el agua, más de 30 familias estamos damnificadas y hasta el momento no hay ayuda de ninguna autoridad”, comentó Griselda Vera, habitante del recinto El Playón.                                 

La cabecera parroquial sólo tiene dos calles para transitar, las demás están inundadas en su totalidad y en recintos como El Playón, Jigual de Arriba, La Vuelta, Las Playas y Pueblo Nuevo, aproximadamente 400 familias están afectadas.                       (NTB-ERS)

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