Estados Unidos mantiene a las criptomonedas sobre la lupa, en especial a los "mineros" sobre quienes analiza la posibilidad de aplicarles un impuesto del 30%.
Se trata de un impuesto especial sobre la Energía de la Minería de Activos Digitales (DAME, por sus siglas en inglés) que impulsa el Consejo de Asesores Económicos. El argumento es que ese gravamen “anima a las empresas a empezar a tener más en cuenta los daños que imponen a la sociedad”.
“En la actualidad, las empresas de criptominería no tienen que pagar por el coste total que imponen a los demás, en forma de contaminación medioambiental local, mayores precios de la energía y los impactos del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero en el clima”, subrayan desde el CEA.
Si bien otras industrias de alto consumo energético no tendrían que pagar un impuesto similar, el CEA explicó que “la minería de criptomonedas no genera los beneficios económicos locales y nacionales que suelen asociarse a las empresas que utilizan cantidades similares de electricidad”.
Ocurre que los altos consumos de energía que requiere la minería de criptomonedas siempre han estado bajo la mira por su impacto sobre el ambiente. “La contaminación derivada de la generación de electricidad recae de manera desproporcionada en los barrios de bajos ingresos y en las comunidades de color. El consumo intensivo y a menudo volátil de energía de las criptomineras también puede hacer subir los precios de la electricidad para los consumidores y puede aumentar los riesgos para las redes eléctricas locales, descargando los equipos, provocando interrupciones del servicio y peligros para la seguridad”, señalan.
Para la CEA es clave que la aplicación de impuestos sea a nivel nacional, para evitar que los mineros de criptomonedas se trasladen de un lugar a otro.
La Administración Biden propuso por primera vez el impuesto especial en un documento publicado el 9 de marzo por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Según estos expertos, el impuesto podría recaudar hasta 3.500 millones de dólares en los próximos 10 años.