El Día de la Milanesa se celebra cada 3 de mayo y, como bien se sabe, existen muchísimas variantes a la hora de degustar este plato único y elegido por millones de argentinos. A las ya tradicionales (las normalmente de carne vacuna, rebozadas, que se cocinan frito o al horno), se le suman otras recetas riquísimas que pueden reemplazar tranquilamente a las más “populares” y elegidas por los comensales. Conocé dónde probar las mejores.
En Aldo’s Restorán se pueden degustar vinos curados por el sommelier Aldo Graziani y platos de inspiración ítalo-americana, elaborados con materias primas de excelente calidad. La milanesa es uno de los clásicos de la carta, hecha con pollo orgánico marinado 12 horas en una mezcla de especias. Para el empanizado, utilizan huevos de campo, pan rallado y miga de pan de masa madre que secan en el local. Lleva doble cocción (frita y horno) y se acompaña con una guarnición a elección, entre papas rejilla, puré de papas con manteca y sal marina, espinacas agroecológicas salteadas con oliva, morrones asados, verduras orgánicas horneadas, tomates reliquia con oliva y orégano fresco u hojas verdes con vinagreta de oliva y limón. A pedido del comensal también preparan la versión Parmigiana con pomodoro italiano, queso cuartirolo y reggianito gratinado.
Para el Día de la Milanesa, el seafood bar Krill hará un tonkatsu de edición limitada. El bar de cocktails y tapas asiáticas ofrecerá este 3 de mayo una típica milanesa japonesa, esponjosa y crujiente, servida con repollo blanco y tomatitos cherry. La misma se prepara con carré de cerdo cortado en bifes, que se rebozan con harina y luego con panko, y por último, se fríen al wok hasta dorar. El chef Iwao Komiyama recomienda disfrutar con limón o salsa de soja.
Con ocho locales distribuidos en toda la ciudad, Growlers propone una exclusiva selección de cervezas artesanales, cócteles tirados y una amplia variedad de platos artesanales con alternativas para todos los gustos. Una nueva incorporación es el sándwich de milanesa de carré de cerdo, que preparan en un marinado con jengibre, ajos asados y salsa de soja, para luego apanar en panko oriental y freír. Lo ofrecen en dos versiones: con lechuga, doble provoleta, cebollas caramelizadas y alioli; y con lechuga, doble cheddar, doble huevo frito y salsa barbacoa. Ambos se sirven en pan de papa y sésamo con papas fritas.
Barra Chalaca, el nuevo espacio del chef Gastón Acurio, reúne los sabores más distintivos de la cocina peruana en un formato descontracturado y a precios accesibles. En este lugar se puede probar una crujiente milanesa de pescado rebozada en panko, que se acompaña con una pasta al pesto y salsa huancaína. La huancaína es una preparación muy típica de esta gastronomía, a base de queso fresco, ají amarillo, galletas saladas y leche. Cabe destacar que la milanesa puede variar entre lisa o lenguado, dependiendo de la pesca fresca disponible del día.
Ubicado San Telmo, con un estilo belle époque, pero con cocina porteña, ofrece una carta que fue curada por el chef Samuel Luque (y tragos de autor. El café está en una esquina notable. Se dice que es el sitio donde Juan de Garay ubicó el comienzo de nuestra ciudad, entonces al borde de la barranca y el Río de la Plata.
La milanesa más recomendada es la napolitana de bife de chorizo con papas triple cocción y salsa romesco.
Francisca del Fuego, el restaurante de impronta marroquí que ofrece platitos y pizzas de masa madre al horno de barro, complementa su menú con algunos principales, como su milanesa de berenjena gratinada con mozzarella, tomate orgánico, orégano fresco y ajo frito. El toque único de esta preparación lo otorga la primera cocción de la berenjena a fuego directo, que suma sabrosas notas ahumadas.
Con más de 20 años de trayectoria, la icónica cervecería Buller acompaña sus múltiples estilos con una atractiva carta de comidas en la que priman el sabor y la calidad. Sus “Milangas” con diferentes toppings se acompañan de una porción de papas fritas y se ofrecen en las variedades Onion & Cheese, con mozzarella, cebolla caramelizada, orégano, pimienta negra y aceite de oliva; la Margarita, con salsa de tomates, mozzarella, rodajas de tomate fresco, albahaca fresca, pimienta negra y aceite de oliva; la BEC, con bacon crocante, huevo a la plancha y salsa cheddar; y la Napo, con salsa de tomate, jamón cocido, mozzarella y orégano. Utilizan nalga de ternera, se marina con huevo, leche, sal, pimienta, polvo de ajo y mostaza, y se reboza con pan rallado.
El bodegón porteño que vio pasar a centenares de artistas, políticos, deportistas y personajes varios de la farándula Argentina, como Julio Chávez, Carmen Barbieri, Los nocheros, Rodrigo, entre muchos otros, tiene 11 estilos de milanesa en su carta, simple, napolitana, maryland, fugazzeta, napolitana, porteña y muchas opciones más.
La más recomendada es la milanesa Pepito 1950 (muzzarella, queso azul, panceta ahumada, huevo frito y papas rejilla). Viene en dos tamaños: "grande y XL".
Los comienzos de la parrilla icono ubicada en la esquina de Gurruchaga y Cabrera se remontan a 1953. Primero como almacén y luego como restaurante de carnes, mantiene al día de hoy su espíritu de bodegón, convirtiéndose en un ícono porteño.
Con un centro de producción propio, ubicado a pocos metros del restaurante, allí se elaboran diariamente los panes y se maduran las carnes al vacío, epílogo infaltable de una velada perfecta en el templo de la carne y el vino. La oferta gastronómica se acompaña por una carta de vinos que ofrece más de 400 etiquetas en cava a precio de vinoteca para el restaurante.