En la prensa leí que los nuevos miembros de la Policía asignados a Guayaquil no tienen alojamiento y deben gestionar con su propio dinero un lugar seguro para vivir. Parece broma de mal gusto que miembros de un cuerpo colegiado y en especial siendo parte de la defensa nacional estén en semejante situación. ¿No hay suficiente espacio en los cuarteles? A la entrada a Los Ceibos, en la Av. del Bombero, está la construcción de la antigua clínica Santiago, inaugurada entre los años 70-80. Tras su fracaso económico la clínica se cerró y después en algún gobierno el edificio se convirtió en parte del INNFA. Desde hace unos años este edificio nuevamente está deshabitado, destruyéndose; seguramente es guarida de roedores y murciélagos. Por la calidad y distribución de sus instalaciones sería un gran cuartel para los policías que no tienen donde vivir y una gran seguridad para este sector, tan conectado con áreas residenciales y otras tan pobladas como Mapasingue. Asimismo, en Urdesa Norte están las instalaciones de la antigua Escuela Moderna, también desocupadas. Hay otra en plena Urdesa Central, en V. E. Estrada, entre Dátiles y Las Monjas. Solo se necesita que la institución pertinente convierta el lugar en un PAI, ideal con su parqueo, muy necesario en este sector. Por favor autoridades, pongan un poco de empeño y averigüen a quiénes pertenecen estos edificios abandonados, negocien con sus dueños y dennos la esperanza de días mejores. Se trata de rescatar, para un mejor uso, edificios abandonados.
Ruth Salazar Montesinos