Hace unos días se presentó a discusión del nuevo Concejo Cantonal de Guayaquil una novedosa propuesta de división de la ciudad en 19 distritos con poblaciones similares, que entraría a remplazar a la ya arcaica y desigual división parroquial.
Ha habido, sin embargo, reacciones contrarias al proyecto -vinculado a la idea de ciudad de quince minutos-, desde aquellos quienes afirman que se trata de una especie de plan macabro orquestado por la Agenda 2030 para encerrar a la población dentro de reductos limitados -en este caso, los distritos- configurando una suerte de guetos controlados y fraccionados de la trama urbana que crearían gentrificación.
La idea, que consta en el Plan Maestro que fue entregado a la administración municipal anterior y que, debido a razones desconocidas, fue archivado, no es más que configurar una ciudad cercana, que potencie los distintos barrios de la ciudad y las centralidades ya existentes, dotando a los pobladores de servicios completos entre cada uno de los nuevos sectores, de tal manera que haya una inversión de recursos más racional y equitativa.
El concepto de ciudad de los 15 minutos fue desarrollado por Carlos Moreno y está siendo aplicado en París y otras ciudades del mundo, bajo la premisa de que aún es tiempo de modificar nuestro modo de vida y de relacionarnos con el entorno urbano, comportándonos de manera diferente, lo que implica cambiar el tiempo de los desplazamientos, de tal manera que se regenere la ciudad y el tejido social, pasando de una ciudad monocéntrica a una policéntrica, con servicios y lugares de trabajo cercanos a no más de 15 minutos de movilidad de los lugares de residencia, basada en cuatro grandes principios: redescubrir los recursos de proximidad; utilizar los espacios existentes que estén abandonados o subutilizados; dar a cada lugar múltiples usos; y, reapropiarse del espacio público como lugar de encuentro y de vida.
La propuesta es atractiva y factible y permite avisorar que, por fin, se empieza a pensar y debatir seriamente en una ciudad diferente, planificada y centrada en el ciudadano.