La presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, tuvo su primer "cara a cara" con la banca, luego que el ente rector decidió activar los requerimientos de capital contracíclico (RCC) que conlleva a aumentar las bases de las entidades financieras en cerca de US$ 1.500 millones.
En el marco de un seminario organizado por la Asociación de Bancos (ABIF), Costa defendió el rol que cumple este mecanismo como política macroprudencial, ya que es “una herramienta preventiva que se construye cuando se observan escenarios en que la incertidumbre y la probabilidad de un shock es algo mayor”.
Banco Central explica mayores requerimientos de capital a la banca y descarta efectos negativos
Costa le recordó a los bancos que cuando existen crisis financieras, estas tienen un costo muy alto en la economía y este tipo de "colchones" de capital tratan de evitar una ramificación de los efectos. Según la presidenta del Central, esta herramienta tiene un efecto positivo al paliar el impacto sobre la conducta del crédito en episodios disruptivos.
Así, enfatizó que los RCC “son preventivos. Es la construcción de una capacidad. Es disponer de una herramienta adicional”.
Además, expuso que durante la pandemia del Covid-19, varios países activaron los RCC para luego liberar este capital y así facilitar la continuidad del crédito.
Asimismo, reiteró que “la evidencia muestra que la banca es reacia a reducir su capital en momentos de tensión”.
Costa profundizó que las consideraciones que motivaron la decisión del Consejo del Banco Central de activar los RCC es que “tenemos incertidumbre afuera. Tenemos algún factor que nos indica que hay que estar preparados, pero el beneficio de eso es muy alto: es una banca más resiliente”.
Manifestó que, de esta manera, se evita que las empresas y familias del país sufran los embates de los efectos de una crisis.
En cuanto al porcentaje de 0,5% de los activos ponderados por riesgo que los bancos deberán constituir como capital adicional, justificó la medida, ya que “conversa razonablemente bien con las holguras que hemos visto que tienen los bancos”. De acuerdo a la legislación, el Banco Central está facultado a pedir hasta un 2,5% para constituir el colchón contracíclico.
A juicio de Costa, “para completar este colchón no es necesario que los bancos vayan a buscar más capital. Cada banco va a completar su colchón como estime en función de su mejor gestión, pero no es necesario que salgan a buscar capital, ni es necesario que salgan a contraer el crédito”.
Costa consideró que “es perfectamente posible que lo hagan con parte de las holguras que vimos”.
Cabe recordar que la banca finalizó el año pasado con un récord de millonarias utilidades, alcanzando ganancias de US$ 6.396 millones, anotando un salto 26,80% en 12 meses de acuerdo a los datos de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
La presidenta del ente emisor enfatizó que la activación de los RCC “tiene efectos muy acotados y transitorios en la evolución del crédito”.
Costa enumeró varias situaciones que ocurren y que preocupan al Banco Central como, por ejemplo, “los usuarios de crédito que vemos en la economía chilena continúan resolviendo los efectos de los desequilibrios macroeconómicos” y “la posición de los hogares se ha ido estrechando, mostrando una tasa de ahorro negativa”.
Por ello, sostuvo que “el Banco Central construye y se prepara con instrumentos macro prudenciales. Hay que acostumbrarse al uso de estos”. Esto, pues se trata de la primera vez desde que entró en vigencia Basilea III en 2020 que la autoridad monetaria activa los RCC.
Con todo, exclamó que “es crucial que continúe el proceso de recomposición de capacidades para enfrentarnos a los shocks y hacia adelante resulta fundamental priorizar todas aquellas iniciativas que vengan a fomentar el ahorro, que fortalezcan la capacidad del sistema financiero para amortiguar eventos adversos”.